Francisco Heredia

10.10.2023

El hombre que oyó en la calle silbar su canción

Francisco Heredia (foto prensa.cba.gov.ar)
Francisco Heredia (foto prensa.cba.gov.ar)

Nos propusimos colar el vapor de la memoria, en busca de un músico significativo, a veces tapado tras el nombre de algunas de sus canciones emblemáticas de fines de los años setenta; y otro tanto oculto también tras su propio culto del olvido. Francisco Heredia vive hace años en Traslasierra y se ha hecho fama de ermitaño. Hablé con él hace unos días. Se muestra esquivo hasta por teléfono, pero percibo la sombra de una sonrisa en sus frases cortantes. No quiere recordar -lo dice sin vueltas- ni dar entrevistas. Olvidar le parece curativo. Lo cierto es que no hay por dónde, y menos hay por qué indagar más de la cuenta. Un cuestionario minúsculo, y sus respuestas vía audios de WhatsApp, son un universo comparado con la nada, y otros datos nos llegan, algunas palabras de Francisco dadas en entrevistas de hace siete y hasta veinte años atrás, y de otras fuentes cedidas por el propio cantautor, vía un vecino que tiene internet.

La memoria emotiva ha acuñado en él la frase "crecí escuchando la radio y a mi madre que silbaba valses antiguos mientras cocinaba. La he recordado en la canción Mamá Sara, de un disco que está subido a Spotify."

Dentro de ese parar la oreja a las músicas en el territorio del sentimiento y del hogar, la radio fue trayendo referentes: "Por supuesto que Yupanqui, Rivero y también The Searches, o The David Clark Five. Los Tip Tops, mexicanos, los Teenagers y los Crazy Boys, cordobeses. Y por supuesto, escuchaba a Los Beatles." La línea trazada da una perfecta polaroid generacional que esboza un árbol de la música argentina y, al fondo del horizonte, como un cometa pasa la emergencia del rock, su giro al castellano y el momento de su apropiación por bandas de Córdoba con nombres en inglés. Él mismo fue una pieza prácticamente anónima de bandas tan adolescentes como él, que hacían "música moderna", uno de los afluentes del futuro "rock nacional". Hacían giras agitadas, los escenarios se sucedían, actuaban frente a miles de personas, hilvanando pueblos de la provincia. Ahí se forjó el oficio del músico. Y de entonces data un antecedente del cantautor novel, en esos tiempos del rock lento: "El llamado por entonces rock tenía el slow, que era el rock lento, y las canciones en acordes de do, la, fa, sol. Hay muchísimas en esos acordes. Blue Moon, Perfidia, Adiós mundo cruel, qué sé yo, un montón. Mi primera canción fue por encargo. Un amigo quería darle una serenata a una posible novia que se llamaba Beatriz. Mi primera canción fue Beatriz."

El cancionista hecho y derecho surgió justo en un año crucial para Córdoba, junto con el Cordobazo de mayo de 1969. Entrevistado en 2002 por un grupo de adolescentes de barrio Bella Vista, respondió a esta pregunta: ¿A qué te referís en tus canciones? "En mis canciones, en mis cuentos y en mis futuras novelas siempre me refiero a personas que sufren, que sueñan, que tienen esperanzas. Por supuesto que tengo mis obsesiones y la ciudad de Córdoba es una de ellas. El tiempo también es frecuente en mis temas y el pasado está presente porque del futuro no sé nada. Los artistas tenemos la posibilidad de cambiar, embellecer las cosas que no nos gustan y hasta podemos soñar con un mundo mejor."

Pasaron muchas cosas y muchos años hasta llegar a esa respuesta: ese hito llamado Canto Popular, en 1973, un momento fijo en el tiempo; luego el éxito en Córdoba de sus canciones más conocidas, en el bienio 1977-78, y enseguida el exilio, donde al par de la nostalgia se bruñeron sus canciones, y prosiguió sus andanzas de músico. Francisco resume ahora, desde Traslasierra, los años previos al exilio, en un ida y vuelta: "Después de dos ACV, tengo el brazo y la pierna izquierda inmovilizadas, pero mi corazón aún late a la izquierda de mi pecho. Lo que llamás 'primavera setentista' fue un intento cierto y ahora pienso que en el setenta y seis la represión fue inmensa. Veníamos de un Cordobazo heroico. En el setenta y seis estaba de gira por Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela con el grupo Nacimiento, más María Escudero. En el grupo viajaba Liliana Felipe, y ella decía que nos tenían y nos tienen miedo. Durante dos años, canté como solista en Córdoba y en el setenta y ocho compuse Córdoba Va. Intentaba ponerle música al poema Natal de Daniel Salzano con los acordes de la bamba y salió lo que salió."

Después de eso el exilio que concluyó en 1984, en que volvió al país y se estableció en Buenos Aires.

Más acá de sus éxitos, le consulto cuál es para él su mejor canción. "Mi mejor canción es Lobo de Primavera, que son los apellidos de mi mujer, mi última mujer, que murió, mi compañera Claudia. Ella era Wolf, por parte de madre, y Lenze, que en alemán antiguo es Primavera. Entonces la canción sería Lobo de Primavera. No la registré nunca, la canté una sola vez en La Cumbre, en el 2010."

Al iniciar una llamada, le pregunto cómo amaneció y me responde: "Con los ojos abiertos". También tiene los oídos abiertos y atentos. Le pregunto qué música escucha habitualmente. "Escucho el silencio que tiene músicas y poesías. De vez en cuando escucho música clásica, los conciertos para violín de Tchaikovsky y a Marta Argerich en el piano. También escucho música hindú, que me aburre, pero la escucho."

Para cerrar, le pregunto si ha oído algo sobre si Córdoba va, y hacia dónde. Responde secamente: "Córdoba irá a donde tenga que ir. Eso lo decidirán los cordobeses. Yo no vivo en Córdoba ciudad desde 1978."

Esa ciudad que para él fue una de sus obsesiones, donde vivió momentos definitorios envuelto por sus calles y por su historia, sigue dejándose definir por sus canciones. "Una vez escuché el Córdoba va silbado en la calle y sentí que lo que yo hago tiene sentido", les contaba a los chicos de Bella Vista, en 2002. Córdoba ha adoptado en particular esa canción y, por otra parte, con el tiempo, la obra se vuelve siempre cada vez más palpable que el artista.

Un prácticamente Herediólogo, ya que se inició como guitarrista de Francisco, nuestro experto cancionista Horacio Sosa le dedica una escucha comentada y amorosa a parte de la obra del autor de Córdoba Va, En la Peatonal, Aguas de la Cañada y tantas otras canciones engarzadas en la historia de la música popular trovadoresca, en este contexto determinado, con fulgor y vigencia actual. El propio Horacio grabó versiones históricas de varias de esas canciones.

Ojalá nuestro homenaje llegue como una caricia al corazón del querido Francisco, corazón siempre a la izquierda, siempre joven, como solo pueden serlo las leyendas.



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Comentarios:

- Jorge: Pancho o Pocho Heredia escribió una parte esencial de la banda sonora de la juventud setentista cordobesa

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