Contame-la

Él estuvo aquí. Aquí cantó. Aquí descansó. Aquí brindó. Pisó estas calles. La sombra del elegido parece haber quedado adherida a los lugares y a los objetos. De ahí que andemos siempre en busca de testigos, vivos o muertos, de su paso. Testimonios de una historia a la que llegamos tarde.

No creo poder definir con precisión cuándo comenzó mi fascinación por Roma. Hay unos recuerdos de infancia, muy difusos, junto a mis padres y mis hermanas: mi madre con una mantilla de encajes, arrodillada en alguna iglesia, quizás en la gran basílica de San Pietro; papá alzándonos para que pusiéramos, temerosos y alelados, la mano con la palma...

-¿Pero será posible?.... ¡Golpeá la puerta antes de entrar al baño, chinita de porquería!

Al volante de la Citroneta iba hacia Chilecito: la tarde estaba entrada y el motor ratatatatá, sereno, acompasado, sin arritmias.

(Al ángel de la guarda, esa hermosa metáfora que mi vieja me enseñó. A aquel ángel de la guarda de una mañana de Buenos Aires en 1995)

Volví a Viedma después de treinta y ocho años. Quería que mi hija conociera a sus parientes, a las playas rionegrinas, a la fuerza de su mar. No nos fue nada mal.

Los yankis eran vapuleados en Vietnam después de 20 años de una guerra cruel y sangrienta. El Napalm no podía con Phan Thi Kim Phuc (Foto del reportero vietnamita Nick Ut) y mucho menos con el legado de Ho Chi Minh, a pesar de los miles de "Dinh Ungh Juglar" (Tristísima y hermosa canción del uruguayo Daniel Viglietti): "Tenía 13 años, no tuvo más"....

No le alcanzaban las palabras para odiar. Así que las mató de hambre. Y nunca más le dirigió la palabra a las palabras. Tenía diecinueve años. Y desde los tres se desconectó tanto del lenguaje articulado como del desarticulado. Podía hablar pero también podía no hacerlo. Y se bañó de un silencio espeso y gomoso como un fondant de torta...

Era nuestro cuarto verano juntas. Mi marido también visitaba a sus padres en el mismo pueblo que yo y se llevaba a nuestro hijo mayor con él. A mí me tocaba quedarme con la menor.

Como es sabido, todo verdor destinado a perecer puede ser conservado por medio de las palabras, las cuales, si escritas, tal vez no sean llevadas por el viento. Hay hechos que tanto se ajustan a la triste realidad como a las posibilidades del más puro relato, ya sea instado por la comezón literaria, o por el simple propósito de avivar...

¡Buenas noches, gente mía! ¡Buenas noches, Patria! El país todo se pone de pie. Y cuando digo el país todo, hablo también de nuestras hermanas islas extracontinentales que otrora, en una noche como ésta nos usurpara el invasor pirata, aquellos piratas de la rubia Albión y no estos piratas de bien que domingo a domingo engalanan las tribunas de...

Desde este estratégico paraíso espacial puedo seguir las trayectorias de mis 146 lunas. Son mi única distracción entre las largas pausas que el reloj cuántico me concede antes de hacerme pis encima. Entre días de once horas y eclipses para tirar para arriba, advierto una perturbación en el sector terrestre que me asignaron desde que nací y al que...

Esa tarde Iván nos había enviado un audio diciendo que al entrenamiento iría con su prima que había venido de la ciudad y estaba acá por el fin de semana largo. Hubo entusiasmo ante las palabras que usó para describirla: POTRA.

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