No le alcanzaban las palabras para odiar. Así que las mató de hambre. Y nunca más le dirigió la palabra a las palabras. Tenía diecinueve años. Y desde los tres se desconectó tanto del lenguaje articulado como del desarticulado. Podía hablar pero también podía no hacerlo. Y se bañó de un silencio espeso y gomoso como un fondant de torta...
Contame-la
Era nuestro cuarto verano juntas. Mi marido también visitaba a sus padres en el mismo pueblo que yo y se llevaba a nuestro hijo mayor con él. A mí me tocaba quedarme con la menor.
Como es sabido, todo verdor destinado a perecer puede ser conservado por medio de las palabras, las cuales, si escritas, tal vez no sean llevadas por el viento. Hay hechos que tanto se ajustan a la triste realidad como a las posibilidades del más puro relato, ya sea instado por la comezón literaria, o por el simple propósito de avivar...
Depende de qué entendamos por "lo primero".
¡Buenas noches, gente mía! ¡Buenas noches, Patria! El país todo se pone de pie. Y cuando digo el país todo, hablo también de nuestras hermanas islas extracontinentales que otrora, en una noche como ésta nos usurpara el invasor pirata, aquellos piratas de la rubia Albión y no estos piratas de bien que domingo a domingo engalanan las tribunas de...
Desde este estratégico paraíso espacial puedo seguir las trayectorias de mis 146 lunas. Son mi única distracción entre las largas pausas que el reloj cuántico me concede antes de hacerme pis encima. Entre días de once horas y eclipses para tirar para arriba, advierto una perturbación en el sector terrestre que me asignaron desde que nací y al que...
Esa tarde Iván nos había enviado un audio diciendo que al entrenamiento iría con su prima que había venido de la ciudad y estaba acá por el fin de semana largo. Hubo entusiasmo ante las palabras que usó para describirla: POTRA.
Dios acercó su boca a mi oído y dejó caer una palabra en el laberinto. Supe que esa palabra era su nombre. No sé qué podía yo hacer con ese nombre. Ni si ese sonido era una entrega o una revelación, o si la voz solo volvía a recordarme algo que yo había sabido. Tal vez se tratase de un...
Para Gerónimo Funes y Daniel Arroñade
Vivo en barrio San Martín Norte, no en una casa con patio sino en un patio con casa.
El arquetipo del hombre que vive mangueando y no paga ni su parte, más allá del localismo de los verbos que definan su actuar, seguramente no hará sentir a nadie orgulloso de contar ese carácter en el adn de su identidad nacional. Hay quienes puede intentar justificarlo por el lado de la resistencia al capitalismo, o por el desprecio al...
La fuerza que no quiere sino su querer
Páginas de "Caras y Caretas" recordaban, en octubre de 1913, la necesidad imperiosa de adquirir una fonola -piano mecánico de amplio repertorio- y anunciaban viajes musicales en el Ferrocarril Central Córdoba.
Cuando por fin salió Songs of a lost world, el último disco de The Cure, intenté escucharlo por primera vez yendo en bici, bajo el sol de la siesta.
Mi abuelo peinaba al espantapájaros de su huerta apenas salía el sol.
Cuando empezó, estaba en la sala de espera del Reina Fabiola. Me había caído unos días antes, en la peatonal, empujado por un montón de gente que subía desde Colón por San Martín, huyendo de lo que en ese momento se informó como incidentes con los manteros de la peatonal y que hoy sabemos que fue otra cosa. Estaba sentado...
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