Hablé con ella

10.03.2024

La empatía en la actualidad es nada más que una palabra. Antes era conocida como solidaridad en los hechos. Mis padres me enseñaron a ser solidario, a ponerme en el lugar del otro y actuar en consecuencia. Eso conduce a tres lugares posibles: ser un santo, ser una persona solidaria o ser un boludo. Yo terminé siendo lo último. Me lo confirmaron mis últimos años en los que recibí abusos y traiciones de todo tipo de parte de mis grandes afectos. Evidentemente el problema es mío. Sos un discapacitado emocional diría una amiga. Si, soy eso, o lisa y llanamente un boludo. Llevando esa premisa a un plano social, se podría decir que el sistema económico y político necesita de todos nosotros, los boludos. Sin los boludos no pueden construir el resto del poder. Esto no tiene ideología, religión, raza o política de género, vale para todos por igual. La masa de boludos hay que ganarla y todo vale para conseguirla. Me costó mucho personalmente aceptar mi categoría de boludo porque siempre pensé que yo no era un boludo. Ahora lo sé plenamente. Al aceptarlo, como buen boludo, me arrepentí y decidí dejar de ser un boludo con mayúsculas.

Por ese motivo fui a pedirle a la Virgen de Lourdes que me ayude a erradicar mi solidaridad, mi empatía, que me cure de esa enfermedad. Lo que sigue a continuación es la charla que tuve con la Virgen durante mi camino a su gruta:

- Amada Virgen María: elimina de mi los sentimientos de solidaridad…

- Hijo mío…no puedo hacer eso, vas por el buen camino. El reino de los cielos será tuyo.

- No quiero ese reino, en definitiva seré perdonado por mis pecados de ahora en más y lo mismo llegaré.

- No. Tendrás tu juicio final.

- Pues no conozco ese reino, conozco este y no me va bien como voy.

- Comprendo que no es fácil, el pueblo de Dios no la tuvo fácil tampoco.

- Sin embargo nadie ha venido a mostrarme fehacientemente que eso vaya a suceder.

- Y qué son los testimonios de fe y los Santos?

- Son palabras.

- Y el milagro que te fue concedido?

- No sé... es cierto... pero no me alcanza.

- Hombre de poca fe.

- Para ti es fácil decirlo. Por favor, líbrame de esta enfermedad.

- Si lo hago, qué estarías dispuesto a entregar?

- Mi vida.

Fin de la charla.


Fotógrafo, cronista, performer, realizador audiovisual y gestor de Casa Transformer. De formación autodidacta, ha trabajado en distintas publicaciones locales como fotógrafo. Del mismo modo fue realizador de programas periodísticos de la televisión de Córdoba para la productora de Carlos Sagristani. Dentro del campo publicitario continúa trabajando para agencias de publicidad y de diseño de la ciudad de Córdoba. En el campo del arte su obra se caracteriza por el uso del humor, haciendo uso de diversas disciplinas que van desde la fotografía, la construcción de objetos y la escritura.


Descargá la nota:


Dejá tu comentario: