Nelson Specchia, escribir y editar como un lector
Intelectual neto y asimismo un viajado cronista, Nelson Specchia ocupa un espacio necesario como hombre de letras, como actor social y fundamentalmente en tanto autor de narrativa y poesía; además, publica a narradores, poetas, ensayistas contemporáneos, y a autores clásicos, a través de la revista y sello Clarice. "Soy un lector que estoy dando vuelta en el entorno de la lectura, y en ese entorno está la escritura y también la edición."
Un hombre lee poemas
Encontramos a Nelson Specchia en el Patio de los Poetas de la ciudad de Cosquín. Faltan minutos para el inicio de las lecturas del ciclo Encuentro de Poetas con la gente, en su 22º año de presencia cada enero, durante los días del Festival. Es miércoles, resta un cuarto de hora para soltar a volar la "Quinta Luna", los fuegos artificiales, el Himno a Cosquín, el ballet colorido, todos los elementos de la épica local del festival en la Capital Nacional del Folklore. La épica, sí, es fuerte en esas noches, en esa ciudad. Cosquín entra en zona de epicidad con profusión de tradiciones y homenajes todos los eneros.
Nelson leerá esta noche junto a varios y varias poetas invitadas, me siento a su lado y apenas intercambiamos un breve diálogo. Tiene todo para ser un personaje, ya sea en su modo de habitar esta ciudad., y de también aportar a su buena literatura, como autor de prosa y de poesía, como editor, como periodista y a raíz de esas trayectorias, como figura pública. Las palabras que intercambiamos atañen a la entrevista que aquí compartimos. Tiene, además, presencia de personaje ese hombre, chaqueño, culto, seguro de sí, y dueño de una voz de carácter discursivo, enunciativo, aunque no solemne. Es un hombre de mundo, su perspectiva es cosmopolita. Camina Córdoba con conocimiento de causa, sin localismo y sin turismo, ciudad que tanto se añora como se sufre.
Le toca el turno y sube a leer entonces sus poemas en el escenario Armando Tejada Gómez de la Escuela Roca (la épica de los nombres se replica e incluso discute por todas partes). Comparte la mesa con una poeta y un poeta, se escuchan unos a otras. Los poemas que lee Nelson pertenecen al libro Agua. Hablan del río Amazonas, o de las armas de piedra que afilaban los pueblos aborígenes del Brasil, y cierra con un homenaje a su pueblo chaqueño de Las Breñas.
El hombre que llevaba rato
Nelson Specchia da la impresión de haber llegado a Córdoba hace poco, pero lo hizo en 1983. Vino a estudiar Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la Universidad Católica de Córdoba. Misma institución donde, más tarde, ejerció la docencia en la cátedra de Política Internacional. Puede parecer un recién llegado en algunos de los ámbitos, oficios, especializaciones, títulos y aficiones en que se ha desarrollado en su vida profesional. Es que la diversidad de sus formaciones y de sus dotes no le han dado respiro, a casi un año de los sesenta, para hacerse conocer en lo extenso de los círculos culturales cordobeses. Vale citar aquí que se trata de "un escritor, periodista, pintor, ensayista y profesor universitario argentino, analista especializado en política internacional y autor de una obra numerosa en narrativa, poesía y crítica, junto a varios centenares de artículos de análisis. Además de la docencia y la investigación universitaria en ciencia política, ejerció el periodismo. Fundó y dirigió durante más de diez años la revista científica internacional Studia Politicae. Hoy es director del diario Hoy Día Córdoba."
Nos entrega la precisión de esos datos una fuente muy popular. Nos dice Nelson que ha detectado una página en Wikipedia que, sospecha, le ha dedicado la Fundación Max Aub de Segorbe (Valencia, España), que le otorgó en 2015 el Premio Internacional de Cuento. "Está muy completa, desde allí podés sacar info también. De hecho -confiesa- ¡yo la uso para sacar información de mí desde allí...!" Queda, pues, tendida la invitación a dirigirse a esa fuente para completar la descripción documental del personaje, y nosotros vamos a lo nuestro. https://es.wikipedia.org/wiki/Nelson_Specchia
Visto desde el ambiente poético y literario en general, Nelson ha llegado hace no mucho al corazón de la poesía y la narrativa de Córdoba. Lo que equivale decir a unos u otros de los círculos poéticos y editoriales que forman el ecosistema hegemónico correspondiente. Y así, de a poco, su figura pronto comenzó a ocupar un lugar, alrededor de 2015, al principio en distintas actividades, y en revistas de poesía, así como en entrevistas periodísticas. Ya en 2017 se lo reconocía como presentador de libros, como disertante, como dialoguista con invitados prestigiosos. Sin embargo, poco se sabía de la obra narrativa que le publicó Edhasa en 2016: La cena de Electra, distinguida con el precitado premio Max Aub. Electra tuvo impacto en críticas y reseñas en medios nacionales.
Receso e impulso y títulos de libros
La pandemia dispersó la marcha de los campos bourdianos, o los trasladó a escenarios virtuales, lejos de las ceremonias interaccionales de cuerpo presente. Cuando meses después todos regresábamos al trato social, tras guardarnos en la cueva, todo parecía esperar allí, pero las vidas habían seguido de alguna manera sus cursos. Quienes pudieron hacerlo procuraron crear durante ese tajo en el tiempo cotidiano, y sé de muchos casos en los que salieron con obras, con reflexiones, con cambios, con maduración. En la virtualidad que nos hizo más habitable la cueva en ese periodo supimos que Nelson había publicado dos libros en la Editorial de la Universidad Nacional de Córdoba. En 2019 fue Dichos y quebrantos. Crónicas internacionales 2011-2019, con escenarios en varios continentes. En 2020 fue El crepúsculo de las simples cosas. Lecturas esperanzadas y perspectivas críticas para un Sur en pandemia, una obra de escritura colectiva cuyos editores a cargo fueron Nelson Specchia y el experto en ambiente José Emilio Ortega.
Reencontrarse con Nelson Specchia fue enseguida saber de sus siguientes publicaciones, así como de la creación de una revista de literatura, de cuentos con título de homenaje a "la" Lipesctor: Clarice. Enseguida nos acercaremos, en palabras de Nelson a esa experiencia, solo falta enlistar los libros que salieron publicados desde 2021: los cuentos de Como un vaso sin whisky entre las manos, Buenos Aires: Hojas del Sur, 2021. Traficantes de sangre, Córdoba: Yammal Contenidos, 2022. Y apenas meses atrás, Abejas de cobre, Córdoba: Yammal Contenidos, 2023. Y en este 2024 que aún gatea y que ya incluso perrea, hay otro libro de Nelson Specchia llamando a la puerta: Memorabilia. Endechas del cajón del pan, Colección Ellos Poetas y Narradores. (2023). Sellado el mismo año, también firmó un volumen de poesía: Baruch y yo, editado por la colección Palabras de Poeta (2023).
En suma, ha desplegado una producción que da cuenta de una intensa actividad de escritura. Y esa impresión le da pie a nuestra primera pregunta. ¿Cómo es que de pronto han aparecido tantas señales suyas en el campo literario? De cuándo datan esas obras. Nelson responde en primer lugar sobre novedades y proyectos poéticos, y es su palabra, desde aquí, la que se queda a cargo.
La poesía que está viniendo
–La impresión que yo tengo es que este año es un año donde están decantando cosas nuevas y también cosas viejas que se han metido en ese cuello de botella que frenó y que fue armando la pandemia y que atrasó, postergó, dilató varios proyectos. A mí me impactó en por lo menos cuatro libros que ahora van a terminar saliendo todos juntos este año porque este año si las cosas salen más o menos como están previstas y Milei no nos clausura el país antes de tiempo, están saliendo Memorabilia, que es este libro de poemas sobre la memoria, sobre la infancia, la casa, los calores chaqueños, que saca Ricardo Di Mario en Ediciones del Callejón En este momento se está generando ya la primera prueba de galeras del libro de poemas Náufragos que llegan a buen puerto. Estas son unas silvas, silvas uliseas, es una silva que acompaña la lectura de la odisea homérica. Son versos medidos, son un verso largo y un verso corto, el verso largo generalmente es endecasílabo, en mi caso son decasílabos y el verso corto que generalmente es heptasílabos, en mi caso es hexasílabo, con lo cual genero un ritmo acentuado en las sílabas impares. Bueno, es un ritmo de la clásica poética hispánica y ese libro viene con un breve estudio introductorio de mi poética por Bernardo Schiavetta. Y last but not the least, en poesía estamos preparando en este momento este hermoso volumen con Rosalba Campra desde Roma, Silvia Barei, y yo, un volumen conjunto que se llama Fauna, señores de las cosas, que es un libro de poemas de animales, o sobre animales, o acerca de animales. Una animalaria, o un bicherío, somos los tres muy muy bichófilos y tenemos una producción en torno a estos compañeros de la vida que son los animales, los domésticos, y los salvajes, todos, los mosquitos, las moscas, las jirafas, toda la animalaria, y este sale también en breve. Así, suma una producción poética interesante, alguna cosa muy nueva, como la silva ulisea que es su primera edición, algunas cosas que ya venían desde antes.
También la prosa espera agazapada
Ya se dio noticia arriba de una serie de publicaciones de narrativa suya puestas en el anaquel. Ahora le preguntamos a Nelson por la producción que le da continuidad a esa parte de su impulso literario, sea que se trate de obras en proceso de escritura, o de edición.
–También en la narrativa pasa eso: están los libros nuevos y los libros que estaban pendientes, entonces este año van a salir dos novelas mías en el transcurso del año, va a salir una novela que se llama La prisa de los puros, lo va a publicar Hojas del Sur en Buenos Aires. Esta es una novela que toma un poco la estructura del policial, hay un detective bastante particular porque es un detective guaraní, detective que tiene raíces indígenas pero que se aboca a investigar un fenómeno social que fue importante en el norte, en los años 90, que el tema de los suicidios, las muertes de etiología dudosa, fundamentalmente juveniles, infantiles inclusive. El tema de los suicidios adolescentes de los años 90, eso está en el centro de La prisa de los puros. Y por otro lado, Tamara Sternberg en El Emporio, acá en Córdoba, está preparando (y va a estar lista para la Feria del Libro también), una novela de género fantástico que se llama Las brujas del dedo impúdico, las brujas del dedo medio, las brujas del dedo corazón, o sea el del fuck you, ese dedo. Es una novela que transcurre en Córdoba, por eso yo quería que se publicara en Córdoba porque tenía la posibilidad con Hojas del Sur, que es mi editorial, me dijo bueno saquemos las dos novelas, pero yo quería que esta novela cordobesa se publicara en una editorial local. Y a Tamara le encantó la novela, la hizo leer por el sistema de doble ciego y los juicios de los pares de lectores fue excelente, así que adelante con la edición, esta que también va a estar saliendo ahora en el en el 2024, Dios mediante y siempre ceteris paribus, siempre que Milei no nos siga jugando malas pasadas y a eso se le sumaría para terminar de dar un poco el panorama el proyecto Clarice.
click para ampliar
"Clarice", nombre de prolífico poder
La revista-libro Clarice, ya mencionada, sacó su primer número en diciembre del 2021, con claro foco en el cuento, en particular de autores contemporáneos, no exclusivamente, aunque sí principalmente locales, argentinos, que hicieran del cuento su producción principal. El número dos fue un volumen monográfico que se llama Carlos Busqued, los cuentos, donde está toda la obra breve, completa, del malogrado y admirado escritor chaqueño, íntimo amigo de Nelson y autor de dos grandes libros: la novela Bajo este sol tremendo (llevada al cine) y el libro de no ficción Magnetizado, cuya base es una extensa entrevista documental a un asesino serial en una cárcel porteña, que incluye documentos forenses y recortes de diarios.
– Carlitos se murió a los 50 años y se cumplía justo un año. Y nosotros, después de más de 30 años de amistad y de haber hecho la vida y el inicio literario prácticamente juntos, teníamos todos sus cuentos, o sea los 52 cuentos que Carlitos escribió en su vida. Los teníamos en revistas, en aquellas revistas literarias universitarias que habíamos sacado durante los noventa, los fines de los noventa y principios del 2000, en papeles personales, en su computadora, etc. La Clarice número dos ha tenido un éxito y una difusión que no esperábamos. Fue tan sorpresivo que nos obligó inclusive a ajustar el proyecto porque el proyecto original era de una revista gratuita y online y así fue como salió la número uno y se colgó en la web de Clarice, y cualquiera podía ingresar y bajar la revista entera ya sea en PDF o en EPUB. Esa era la idea pero lo de Carlos fue tan contundente y tuvimos tanta demanda de leerlo en papel, que comenzamos a hacer pequeñas impresiones, y esas impresiones nunca daban abasto hasta que empezamos a hacer mayores tiradas y, bueno, ya también empezamos a imprimir también la número uno y a partir de ese número la revista tiene esta doble posibilidad, se puede leer gratuitamente y libremente en la web, están todos los números, se los puede descargar en EPUB o en PDF o leerlos online o también está la posibilidad de leerlos en papel. La gran mayoría de las librerías literarias de la Argentina, tanto de Córdoba donde están en todas las librerías pequeñas y grandes como en muchas librerías de Buenos Aires nos han pedido tenerla Clarice así que está disponible también en el circuito comercial. El número tres de la revista es más un libro que una revista, claramente, porque la número tres tiene doscientas cuarenta y cuatro páginas, es un libro largo, un libro grande, pero bueno, nosotros le seguimos llamando revista, estuvo dedicada al cuento queer, se llama Carne de cañón y también es misceláneo en cuanto a autores. El número cuatro de la revista, Sinfonía de la Destrucción, estuvo dedicada a la guerra. Había emergido la guerra nuevamente en Ucrania y en Gaza y queríamos ver qué tenía la literatura de hoy, para decir, que aportara a un fenómeno que antes era casi secreto y hoy es mass mediático, televisado.
Todo empieza por el placer de la lectura
El lugar de Clarice se ha ido afianzando. Por más que las condiciones aparezcan como desfavorables para que fluyan las ediciones, el entusiasmo de Nelson y de los colaboradores del proyecto no decae y no dejan de mirar hacia adelante, empeñados en aportar nuevos títulos bajo el sello de esa revista prolífica. Su director prosigue contando lo realizado y lo por realizar:
– Clarice viene a ser mi pata editorial, ¿no? O sea, todo es lo mismo, porque uno es lector, yo creo en eso, con Alberto Mangel, adhiero a esa concepción: escribir es secundario, editar es secundario, traducir es secundario, lo principal es la lectura. Yo soy un lector que estoy dando vuelta en el entorno de la lectura, y en ese entorno está la escritura y también la edición. Entonces, si puedo, voy a mantener y sostener las publicaciones de Clarice, decidí que llevara el nombre en homenaje a Clarice Lispector, Chaya Pinjasivna, aquella rusa, ucraniana, judía que escapando de los pogromos llegó a América Latina, una tierra de paz, de libertad y de creación, y en portugués que no era su lengua materna, escribió esa obra contundente y fenomenal que nos ha legado en tan breve tiempo como el que vivió.
Además de los cuentos, teníamos diversas demandas a medida que la Clarice se iba haciendo conocida, que iba llegando a más mercados, a más lectores. Nos pedían más cosas, ¿no? Así es como comenzamos lentamente a diversificarnos y abrimos la colección dedicada a la poesía con un poeta canadiense, quizás el poeta canadiense más importante vivo, que es Jean Paul Daou que, con una traducción local desde el francés, de Leandro Calle, publicamos este volumen de poemas homoeróticos que se llama Flores Lascivas, un libro importante en la poética contemporánea. También rescatamos a una poeta cordobesa tradicional, que tiene una obra muy breve, pero muy contundente, muy importante, como es Susana Arévalo. Hemos sacado una antología esencial de Susana Arévalo, preparada por Livia Hidalgo y con la presentación de Silvia Barei. Y también apostando a nuevos y recuperados valores, hemos sacado un volumen de Johnny Wise, John Stephen Wise, un cordobés, a pesar de su nombre tan anglófono, residente en Roma, pero nuestro, un poeta nuestro. Entonces, también su primer libro, en este caso, se llama Uno a Uno en la colección Poesía.
Páginas que nos lleven de viaje
En tren de seguir el tronco de Clarice echando ramas, aparecen otros géneros a los que Specchia y Cía. le están apostando, y que amplían el propósito inicial de impulsar la lectura y la edición de cuentos. Una interesante colección se hace espacio entre los varios proyectos en marcha.
–También abrimos un género que así como el cuento a mí me gusta mucho, soy un gran lector de la literatura de viajes, un género que se popularizó en el siglo pasado y en el anterior en las épocas del gran tour en el siglo diecinueve y cayó un poco en desuso cuando al mundo ya no le quedó casi nada por descubrir y fue televisado y metido dentro de las redes y de la comunicación instantánea, Pero la literatura de viajes es una literatura muy importante porque no solamente habla del viaje en el espacio sino que, como dice Claude Levy Strauss en Tristes Trópicos, también es un viaje por el espíritu y por la sociedad. Entonces hemos hecho una lista corta de libros tradicionales de viajes y hemos decidido empezar por el very beginning, por el primer viaje escrito, que es el viaje de Gilgamesh, quizás el libro más antiguo y seguramente el libro de viajes más antiguo de la historia, porque tiene 40 siglos, está escrito en tablillas sumerias cuneiformes allá por el por el siglo XX a XXV antes de Cristo, esas tablillas que se encontraron en Nínive ahora en 1850, y que están depositadas en el Museo Británico. Hay una edición establecida, si bien se siguen descubriendo frases, palabras y oraciones en las tablillas. Hay un texto medianamente establecido, hicimos una traducción nueva de ese texto y presentamos el viaje a Uruk del rey Gilgamesh, como primer volumen de la serie de viajes. Y esa publicación ha tenido también muchísima y muy amplia recepción, prácticamente al nivel del libro de Carlos Busqued, así que estamos muy contentos y vemos que, así como había un nicho para los cuentos, no estábamos equivocados en eso, también hay un lectorado para los libros de viajes
Y estamos llenos de proyectos. Lamentablemente la realidad socioeconómica no nos ayuda mucho, pero somos optimistas y estamos esperanzados y en algún momento lograremos canalizar los proyectos a pesar de este brutal ataque contra la cultura argentina que estamos viviendo en estas últimas semanas. Los proyectos pasan por la continuidad de Clarice, después de sacar este número atrasado que hubiera salido en diciembre, tenemos ya los volúmenes futuros de la revista.
Tenemos listos los volúmenes del dos mil veinticuatro de la revista, los tres números están ya bosquejados, o sea, hay que ver cómo viene la mano si podemos pagar el papel o si encontramos algún sponsor que nos ayude para la impresión, pero están en preparación. Tenemos un nuevo libro de viajes muy divertido y que va a ser muy interesante, que es el diario de viaje de Michel de Montaigne a Roma. Cuando Montaigne termina los diez años que se tomó para escribir sus ensayos, se da cuenta que está a punto de llegar al fin de su vida y que aún no ha ido a Roma, no ha tenido tiempo de ir. Entonces se sube a su caballo con su secretario, obviamente alguien a quien dictarle, y se va a Roma. Y ese viaje está contado en un diario inaccesible, pero que nosotros vamos a rescatar y re traducir en una traducción más contemporánea, para poder publicar.
Una coda escrita en la piel
En su continuidad, Clarice cobra escala de una verdadera plataforma editorial, como se revela en el relato de Nelson Specchia. El catálogo abre sus alas y toma impulso hacia adelante ampliando el arco de la publicación.
–Tenemos previsto publicar los cuentos de un español que se llama Miguel Herráez, una antología preparada nada menos y nada más que por Daniel Teobaldi, un amigo personal suyo y miembro de nuestro consejo editor de la revista, una antología de este escritor que se centra básicamente en la guerra civil española, en el tiempo de la guerra civil, y que es un cuentista de la primera línea de la literatura española peninsular en este momento, y muy poco conocido y muy poco leído, lamentablemente, entre nosotros.
A esas publicaciones se van a sumar este año algunos libros interesantes, libros sobre crítica y análisis cultural, artístico. Estoy analizando un libro de Diego Tatián con su ensayo sobre arte, un libro sobre música, que son las columnas de nuestro amigo Manuel Esnaola, que hace comentarios sobre música joven, ahí bajamos bastante el target etario de nuestros autores. Y también tengo un interesantísimo libro de un jesuita amigo mío que se llama Gustavo Morelo, que enseña en el Boston College en Estados Unidos, en estos años, sobre tatuajes. Él se ha dedicado al tema del tatuaje, especialmente en la vida religiosa, entonces hemos hecho ahí un Alma, Corazón y Tinta, uno de los títulos provisorios que tiene este libro. Es que el tatuaje ha sido un signo de la fe y de la religiosidad a través del tiempo, una cosa que viene desde hace muchos años, muchos siglos, milenios inclusive. Porque el peregrinar a los sitios santos, el viaje se comprobaba con la inscripción en la piel. Entonces, ir a Jerusalén, la peregrinación a Jerusalén o la peregrinación a Lourdes, o a Compostela, se terminaba imprimiendo en la piel, y esa es una costumbre que la fe ha mantenido hasta el día de hoy. Hay grandes tatuadores, por ejemplo, en el sur de España o en el norte de España, en los lugares sagrados del cristianismo, se siguen transmitiendo el oficio de generación en generación y de familia en familia, los tatuadores de los peregrinos. Bueno esos son los libros que tenemos en proyecto para el 2024 y habrá más con seguridad, aunque todavía es muy temprano como para develarlos.
Descargá la nota:
Dejá tu comentario: