Primera hija, vecina de barrio

10.01.2024

Eva Bianco: Actriz, toda una vida


Eva Catalina Duarte Bianco es animal de teatro y cine. Acercándose a sus seis décadas, lleva casi 40 años haciendo lo que ama y disfruta. Nacida y criada en el barrio Ameghino (s) de Córdoba, formada en la Universidad Nacional, su vida transcurre entre la oficina de seguros y ensayos, lecturas, estudio, guiones y viajes artísticos.

Eva Bianco en la película El Limonero Real de Gustavo Fontán
Eva Bianco en la película El Limonero Real de Gustavo Fontán


Sin embargo afirma: No considero haber hecho una carrera. Las cosas han venido un poco a mí, es lo que siento y las he ido tomando. Una carrera implica que ir detrás de cosas, haciendo un camino, levanta velocidad, se detiene, vuelve a un punto, vuelve a buscar otra meta… Y yo siento que conmigo no fue así. Me gustaba actuar, aparecían obras, directores, personajes que fui haciendo, para mí todo es como más simple. (Entrevista en el programa "El jinete insomne").

Es decir, hay dos Evas: la que atiende cotidianamente a sus clientes de la agencia familiar y la actriz o actora perteneciente a la tribu teatral/cinéfila de la ciudad. Es decir, cultiva dos tipos de seguidores, clientes y espectadores.

Y quizás por haber sido la primera hija de doce hermanos, ella eligió ser la primera actriz de su casa natal. Ella y una docena de bulliciosos "actores de reparto" y/ o espectadores. Cuando tenía 12 años, con un precioso vestido a lunares de la mamá, se vistió de Mirta Legrand y la imitó frente al grado, entre risas y aplausos.

Lo recuerda:

Fue en la escuela "Aeronáutica Argentina" de barrio Matienzo. Era en 7mo grado, año 1977. Habían agregado unas clases especiales de teatro como novedad en aquel tiempo. Sin saber bien cómo fue, terminé anotada. La docente era la Srta. Marta Balocco. Mi maestra de 1er grado que me enseñó a leer, escribir… y a actuar.

Eva Bianco en la obra Papá Barbie de Elisa Gagliano
Eva Bianco en la obra Papá Barbie de Elisa Gagliano

- ¿Qué recordás cuando hiciste "de Mirta"?

- Sobre todo la valentía de pararme frente al público y no dejar caer la atención. Y que por unas horas fui tan linda como ella…como Mirta.

- ¿Qué más te queda del traspaso de niña a mayorcita?

- Que fue una batalla campal por salir; por expresarme, liberarme del corsé represivo que ajustaba todo. No íbamos al cine, ni al teatro, teníamos un TV en casa y veíamos lo que mi papá veía. Las peleas de Monzón, Bonavena… Los programas de tango y folclore, los noticieros.

- Sí, postal de una gran mayoría de "nuestra época"…

- Yo leía mucho, aprendía mucho, y soñaba demasiado. Quizás en esa sensación de "valentía, despliegue y fluidez" que descubrí en esa actuación en la primaria, que se me negaba en la vida cotidiana, se armó el deseo de actuar, de hacer teatro. Ahora a la distancia lo veo claro. Ha corrido mucha agua bajo el puente…


Desde aquel retablo natal, entre la gloriosa Fábrica de Aviones y el viejo Canal "Maestro", Eva fue batiendo sus alas hacia el mundo de la actuación. Como ella afirma, habían pasado torrentes de aguas bajo los puentes del tiempo. Y siguieron pasando y pasando…


- Se puede suponer que al fin de la secundaria ('83) fuiste corriendo a Teatro.

- Hubiera hecho teatro… pero ¿dónde? No había universidad, ni escuelas. Me gustaba estudiar, tenía "hambre" de aprender. El programa de periodismo (en la Escuela de Pérez Gaudio) tenia de todo. Literatura, Filosofía, Ciencias Políticas, Comunicación, Sociología... ¡Amé lo que me dio!

- ¿Y…?

- Pero no me interesaban los medios de comunicación. Cuando estaba por terminar, (mi tesis era sobre radioteatro) vino José Luis Michelotti a la escuela de periodismo a buscar gente para hacer un radioteatro. Participé. Y ahí decidí dejar el periodismo y vino mi vida de actriz hasta hoy.

- ¿Habías escuchado el popular género del radioteatro?

- No, no escuché radioteatro. Creo que inconscientemente enlazaba teatro y comunicación. Hice muchas entrevistas. Fui a Bs As, a Argentores, a las radios. Fue apasionante investigar, descubrir ese género, esa época. Presenté pre tesis. Luego hice 2 radioteatros con Michelotti (Director de teatro). Y le dije chau al periodismo.

- ¿Te pegó eso de "quien lleva un nombre, lleva un destino"?

Ja ja si "Mi nombre es Eva Duarte". Es verdad, uno va siendo por lo que hace y lo que hace va revelando quién es.

- ¿Eva por "Santa Evita"?

- No, no… Mis padres le querían poner el nombre de mi mamá a su primera hija. Y me tocó ser la primera. Me llamo igual a mi mamá, Eva Catalina. Y el apellido de mi papá es Duarte. De ahí viene la combinación fatal...

- Ja, ja…

También debo decir que mi papá era peronista y estaba contento con el resultado. Uso el apellido de mi mamá Bianco.

- Eva Catalina son dos nombre muy fuertes

- La verdad tengo demasiado nombre....


Según se dice, Eva significa "dadora de vida"y Catalina algo así como la "pura", la "inmaculada".
Eva tiene rasgos acentuados. Una mirada oriental, chinesca, de pómulos finamente salientes, piel cobriza y voluminosa crin al tono.. Irradia seriedad, pero al reír deja soltar buen sentido de buen humor. Es lindo verla reír. Tanto cuando se posesiona con sus personajes.

¿Es descifrable su ADN? Ella dice que años atrás se hizo un estudio y que le dio un 94% euroasiático; presuntas señales paquistaníes o afganas, el resto, un 4% americano y apenas un 2% africano.

Dice que los datos la desconcertaron y recuerda que una vez actuó de "coreana" y "me dio bien. Mis rasgos no sé de dónde me vienen, me tocó en suerte, solo los llevo. No todo tiene respuesta".

Por último responde por el suelo natal de su mamá.

- Oncativo, de padres argentinos.

- Catedral de salames...

- Los mejores, soy devota.


Eva Bianco en la obra Papá Barbie de Elisa Gagliano
Eva Bianco en la obra Papá Barbie de Elisa Gagliano

"Momento Cannes"

Aquel debut escolar, tan lejano en el tiempo, tuvo "un momento Cannes" , treinta y tres años después: 20 de Mayo de 2010. Una película de inspiración cordobesa -"Los Labios"- llevó a Eva y elenco a competir en el icónico festival de Cine en Francia. Eva tenía 45 años. En su sobredosis de sueños de juventud ni por asomo aparecía la "noche de Cannes". El célebre festival donde ella y Victoria Raposo y Adela Sánchez recibieron el premio por su mejor actuación.

-¿Ese premio en Cannes 2010 fue el momento "top" de tu trayectoria?

- No, no lo siento así; lo "top" fue la película que era preciosa. Agradecí tanto haber sido parte de esa película y volví a Córdoba muy contenta. Si la película no hubiera ido a Cannes o no hubiera ganado, para mí seguiría siendo importante y fuerte.

- ¿Pero qué sentiste estar ahí, en un meca del cine?

- Confieso que yo había ido a pasarla bien, conocer Francia… no tenía en realidad mucha conciencia de lo que iba a vivir. No éramos "nadie" y competíamos con películas argentinas con actores muy importantes. Y "Los Labios", solita, se abrió camino, ni tuvimos que empujarla…

- Una gesta colectiva…

- ¡Claro! De toda la gente que trabajamos, especialmente de los dos directores, Iván Fund y Santiago Loza. Ellos "vieron" cómo podía ser esa película. Y eso es lo importante. Y si bien ya pasó mucho tiempo y no me acuerdo mucho, ese premio hizo que mucha gente me llamara para ser parte de sus películas. Eso lo agradezco mucho.

- ¿Cuál momento o momentos recordás más?

- Era hermoso cuando proyectaban la película e íbamos a alguna fiesta que la gente nos saludara porque nos había visto ahí; porque insisto, éramos "nadie". Eso fue muy lindo. Y en la entrega de premios fue gracioso porque todo era en inglés y francés y en un momento vemos que el haz de luz nos rondaba, hay aplausos y se menciona la película…El director nos decía ¡suban, suban! Y nosotros subimos pero no terminábamos de entender… desde arriba yo lo llamaba a Santiago para que subiera también. Cuando sube le pregunto por qué no subían y me dice… ¡Porque las ganadoras son ustedes!

-Supongo que en el barrio te esperaban con una fanfarria, un pasacalle y cotillones…

- ¡No! Ja, ja…pero todos mis hermanos me recibieron con mucha alegría, fue muy lindo.

Eva Bianco en la obra de teatro Perros que ladran por costumbre de Eduardo Rivetto
Eva Bianco en la obra de teatro Perros que ladran por costumbre de Eduardo Rivetto

Origen y misión de "El Cuenco"

Nuestra entrevistada es una hija directa de los reinicios del teatro post- dictadura. Con el aporte de mucha gente, siendo alumna iniciada, tuvieron que salir a soldar pedacito por pedacito la enseñanza, el aprendizaje, los ensayos, en fin, el rearmado de lo teatral y cinematográfico que en Córdoba había sido devastado.

- "El Cuenco" teatro ha sido cuna de tu formación y de muchos otros ¿Qué significa en tu vida actoral?

- ¡Uh! me llevás al "Cuenco" recién asumido Milei. Yo empecé con esto cuando recién se ponía en marcha la democracia, no sabía que estaba todo desarmado en teatro y cine. Era todo muy complicado y me anoté en unas materias en la recién abierta escuela de Teatro porque no estaba interesada en la Licenciatura. Pero fue un gran esfuerzo lograr que funcionara. No había "profes" y yo permanecí como alumna como para que la incipiente escuela pudiera mantenerse y que se reabriera del todo.

- Lo que sería hacerle "el aguante" a la movida pro-teatro independiente.

- Exacto. Yo fui segunda camada. Y cuando estaba terminando y teníamos que presentar nuestra tesis no había salas para ensayar. Por eso decidimos que cuando termináramos la carrera íbamos a juntarnos y abrir una sala de teatro para ensayar y presentar nuestras obras.

- El techo propio, así fueron gestando el "Cuenco".

- Sí, al primer "Cuenco" lo armamos en un inmenso galpón que era un taller mecánico en Alta Córdoba. Lo acondicionamos, fui una partera más de esa gestación. Hoy debe haber como 70 salas y escuela de teatro, Universidad, Licenciatura… hay gente haciendo teatro por todos lados…y eso, ¿Sabés qué lo hizo posible?

- ¿Qué…?

- ¡La democracia! Estos 40 años de democracia. Volver a armar todo, toda la red… ¿Vos creés que hoy se suspende alguna obra porque no hay gente. ¡No…! Puede haber poca gente, pero yo he hecho obra para dos o seis personas porque no había público, hoy lo hay para todo en cualquier lado. Y eso lo generó la democracia, este sistema. Bueno… el "Cuenco" fue eso.

- Cerremos con "El Cuenco"

- Después de haberme ido por un tiempo regresé y hoy sigo perteneciendo al Cuenco. Yo tengo una familia que es el "Cuenco", que si me pasa algo puedo ir ahí y ahí me puedo quedar. Y eso es fuerte. Y es verdad .




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