Alejandro Schmidt: "En la boca del tigre, el dolor y el diamante"

10.09.2023

Decía Schmidt: "Para sentir la poesía hay que tener cierta reconcentración espiritual, hay que estar alerta de alguna manera, cosa que no exige la prosa, una novela o un ensayo. La poesía exige cierta especie de atención porque ella es la cumbre del lenguaje, es una concentración directa con la palabra, entonces reclama eso, demanda un trabajo extra: leer, intuir, sentir, aspectos que no requieren los otros géneros".

Alejandro Schmidt (Biblioteca Nacional)
Alejandro Schmidt (Biblioteca Nacional)

Pese a considerarse a él mismo un yuyito al borde del Camino Real de la Letras, fue un autor esencial, superlativo, con una producción enorme y en constante ebullición hasta unos días antes de morir. Con 55 libros publicados y con muchos trabajos inéditos, Alejandro Schmidt es uno de los poetas argentinos más importantes e ineludibles de nuestro tiempo. Encasillado -bien o mal- dentro de la generación de los 80', dueño de una voz que se distingue por su estilo, dijo lo que pensaba debía ser dicho de un modo distinto, y también aludió a lo indecible que tenía que exponerse sin preocuparse de nada más. "Escribir el poema y que pase lo que tenga que pasar" nos enseñó en un seminario en el que tuvimos oportunidad de conocerlo en su faceta docente. Leerlo y releerlo siempre sorprende, nutre, inquieta, interpela, conmociona, revela. "El fondo de la luz es un espejo? ¿Quién permanece conmigo en el confesionario? ¿Ustedes? ¿Vos? ¿La literatura? Miren, aquí es muy fuerte el viento y cada uno se las arregla como puede. Ya no tengo la edad ni la paciencia. Antes sí. Antes preguntaba a cualquiera ¿Está bien? ¿Puedo? Incluso cuando estaba cierto del abismo, del aljibe, de una mano tendida y de a poco, tenaz, distraído, concomitante me volví feroz, impasible, decidido. Rompí el secreto".

Fue traducido parcialmente a 11 idiomas y 2 de sus libros, transcriptos en sistema Braille. Fragmentos suyos se representaron en teatro y en cine y publicó más de un millar de artículos, colaborando en diferentes medios del país y el mundo. El mito cuenta que desde que comenzó a los 13 años, llegó a escribir aproximadamente 5000 poemas, dos o más por día últimamente. En Internet hay mucho material disponible.

El deseo de escribir resulta el modo más cierto del silencio

Su escritura se abre caleidoscópica hacia múltiples interpretaciones, variaciones, versiones, evoluciones. Situada entre el pensar y el hacer, se concentra en la percepción de la realidad circundante para trascenderla, buceando en lo profundo de la creación estética, valiéndose de todos los recursos que permite el lenguaje y una imaginación a pleno, para así ofrecer una obra lúcida, magnífica, que sin perder el sentido lúdico, nos emociona y hasta puede hacernos llorar. "En un puño oscuro: Sobre un desierto ardiente/ así /quise vivir/ hubo rosas en mi fin del mundo/ y en un puño oscuro/ la más bella luz/en la silla del odio me senté/ en el rincón helado/ con el completo corazón/ quemado en sus asombros/una y otra vez/ fueron a su estrella las palabras/ llevaban mi última fortuna/ sin embargo/ la ceniza del cielo perfumado/ unía mi corazón al fervor //como un puño que guarda su alimento/ en pobres bolsillos/ en noches tormentosas/ pude vivir/ quise vivir."

Se está en presencia de un oficiante laborioso y pulcro que nos impacta en la razón y el sentimiento, en el centro del ser del hombre que encubre y descubre, perfilando palabras e imágenes que pujan por sentirse dinámicas entre las cosas del mundo y ante un sinfín de preguntas que no esperan respuesta pero que permiten atisbos de esperanza, exponiéndose a una constante divagación. "Vacilación: Llegas a amar tu carne! /Las oficinas federales/ lo oficial de vivir./ Eso pasa cuando traicionaste tu lección inicial/ el barro o las estrellas/ No digas que estás ciego/ que esto o aquello/ Venden coartadas en la comisaría del ser/ prospectos en farmacias burguesas/ llegas a temer la vida/ a explicarla/ Mirá no temas/ los ángeles pelean en tu vacilación/ Ya sabés quién gana".

Alejandro Schmidt (ph Hugo Suárez)
Alejandro Schmidt (ph Hugo Suárez)

No fue la suya una construcción hermética, más bien parece experimental o surrealista, hija del romanticismo alemán y de variadas vertientes como la Biblia, el esoterismo, la astrología, los beats, el folk rock, el tango. Además, nutrida por un bagaje innumerable de lecturas donde se conjugan lo antiguo y lo moderno de la tradición más alta de la literatura y filosofía de Oriente y Occidente. "Y yo estaba vivo: Los árboles tendidos en una poblada eternidad/ El caballo que se perdió rezando un horizonte altivo/Las chacras doblándose en el río/ Hecho memoria el cielo/Esas sabidas estampas/ Si supiera escucharte otra vez".

Encontramos una inteligencia vibrante, renovadora, precisa, por momentos ascética, por momentos extensa, un decir enérgico o tierno, contundente y sugerente, fruto del oficio logrado a través del tiempo vivido o sufrido. "Amor: Este es mi corazón y estas sus uñas/ Corazón tenemos todos/ No es cierto?/ Si precisaras algo más buscaré en las montañas doradas/ Y la tumba del clamor/

Vos buscarás también?/ Cuidado con el ángel/ Es muy celoso/ Cuidado con la inteligencia/ Seré muy valiente en la oscuridad y en ríos turbulentos/ Vos lo serás también?".

Talento sobresaliente

Espero que esta aproximación sirva para homenajear mínimamente su trabajo relevante, insoslayable a la hora de abordar el estudio serio de nuestra literatura contemporánea. Alejandro tuvo, a lo largo y a lo ancho del país, muchos seguidores, admiradores, alumnos y colegas que lo respetaron, le dedicaron trabajos de investigación, le invitaron a participar en festivales, congresos; gente sobre la cual ciertamente influyó. Pero por sobre todo, creo que fue un escritor con una congruencia práctica entre su decir y hacer, libre y rebelde, erudito y transgresor, que con perseverancia y desde muy joven, transitó siempre al filo del sutil equilibrio de la cuerda floja del verbo y la vida. "Cuando todo lo demás se transformó en neblina o liebre del fracaso, tu hierro y tu deseo, la historia o las estrellas, acaso entonces aparezca la poesía, su rostro de oro corroído, su amor, su endecha, entonces puede abrir su boca, soltar la bruma, con una mano definitiva de dolor, ofrenda o sinsentido también…podría estar allí, la niña de vivir, los encallados…acaso la poesía sea nomás esos papeles que arden contra el viento, debajo del agua, en medio de la tierra y puede tu mano sentir su aire al fin, abriendo el instante, su desierto."

Se comparta o no, Alejandro Schmidt fue un artista original, notable, vehemente, exuberante, abarcador, inmenso e intenso y también contradictorio y caprichoso. Junto a los tópicos que generalmente aborda el quehacer lírico universal (la infancia, el amor, el tiempo, la memoria, el viaje del héroe, los dramas del cotidiano existir…) se reiteran en él además, muchas veces, la presencia o ausencia de su madre y las muertes de su padre y su hermana. Como sombras, fantasmas o ángeles aparecen aludidos con metáforas claras, vívidas en la nostalgia y mezcladas con reproches, sentencias, recuerdos compartidos, anhelos o interrogaciones. Cito algunos ejemplos:

Debería: "Ahora es cuando tengo que pensar en mi madre/ pero está mal eso/ porque debería ser visitado por ella/ como esa irradiación/ y el humo de la lengua. /La madre no es algo que se piensa."

Visita: "Soñar que mi padre me besaba/ Es más valioso para mí/ Que el oro/ De Hybernia o el amor de una reina loca/ Porque vino de la nada o la muerte que es algo o la ciudad angelada/ A decirme / Porque estaba lejos y lejos devorado por el olvido/ de quienes le debieron razón y mundo / Y desperté feliz por esta visita / Esta coronación/ En tiempos amargos y manchados."

Sissí en los cielos: "Desde dónde me llamás / Desde qué / Bonita/ Y como siempre/ Sólo que ahora para siempre y más/ Caminás distraída entre tesoros derramados / Comprendo que morir fue para vos/ Descanso de una espera / Ni hace frío acá me decís en esta soledad que fundamos/ No, hermana amada/ Fríos son los otros / La mera vida/ La esperanza humana/ Ya voy/ Recibiré tu consuelo entre hogueras tiernas."

Alejandro Schmidt (El diario del centro del país)
Alejandro Schmidt (El diario del centro del país)

Para qué otra cosa sirve la poesía sino es para volver eterna a la memoria?

Concluyendo, me permito una anécdota. Fue en el 2018 después de almorzar en "El Ruedo". Acababa de salir "Lejos de todo" y luego de dedicármelo me dijo: leé este… "Caer: Para qué sirvió ser uno de los mejores poetas de tu generación? / ¿para llorar encerrado en el baño?/ ¿para oírte cantar a un cielo vacío?/ ¿para preguntar lo que nadie puede responder/ lo que todos pueden responder/ entre ruinas de alguna convicción? / ¿para el dolor que solo sabe crecer y crecer/ como un yuyo/ como un mar? / ¿para el irrelevante soliloquio?/ ¿para lo imposible del amor y la alucinación de los cuerpos? / Salud/ llega la hora enemiga / el triste refugio también cerró su puerta / ¿para qué sirvió ser el perro muerto de la poesía argentina? / ¿para el cariño de los espejos? / ¿para comprar veneno y no saber caer?". Cuando lo terminé de leer me conmovió tanto que no pude contener la lágrima. Al recordar todavía me da un escalofrío. Creo que ese es uno de sus mejores poemas. Lo sentí como una confesión biográfica, una profecía auto-cumplida, porque a veces el poeta también es un vate que vaticinando, ofrece su revelación y su catarsis. Ahora, mientras pongo fin a este esbozo, pienso que lo aprobaría gentilmente agradecido. Pródigo es el fantasma en sentimientos... Su voz me retumba como un testamento: "A la poesía le di mi corazón. Mi bolsillo. Mi vigor. El agua que pude acertar en un cerebro desierto. Y ella apareció como un deseo del silencio grande, como un pajarito en las manos de Dios y me entusiasmé y lo hago todavía. A veces soy casi una palabra nueva en los balcones, entonces ladro mi canción amable y recibo el salario del intruso, y, otras veces muchas, diré, permanezco en el rincón helado sonriendo, con pudor, a los pedantes del honor estético. Pero la poesía sucede, pide un traje, pastar junto al Cordero y balbucear sola de sí, oscura y necesaria".




Alfredo Lemon

Nació en el año 1960, en Córdoba, Argentina. Es abogado. Ejerció como Profesor de Filosofía en distintas Universidades de Córdoba. Publicó "Cuerpo amanecido" Ed. Lerner, 1988. "Humanidad hecha de palabras" Ed. Lerner, 1991."Sobre el cristal del papel", Ed. Brujas, 2004. Recibió numerosos premios como: "Romilio Rivero, Municipalidad de Córdoba", 1985; "José Hernández", Colegio de Abogados de Córdoba, 1987; "Plaza de los poetas, José Pedroni". Santa Fe, 1992; "Escritores por la paz", Sociedad Científica Argentina, 1994; "Premio Jóvenes Sobresalientes" de la Bolsa de Comercio de Córdoba, 1994; "Asociación de Escritores Argentinos". Mendoza, 1995; "Sociedad Argentina de Letras, Artes y Ciencias". Córdoba, 1995; Premio Sociedad de Escritores de Río Cuarto, 2005 y mención de Honor Premio "Primo Belletti", Sociedad Argentina de Escritores Villa María, 2007. Su más reciente obra es  23, Ed. Barnacle, Buenos Aires, 2023


Comentarios: 

- Alfredo Lemon:  Muchas gracias por el espacio ofrecido y el trabajo de todo el equipo en esta nueva entrega. Abrazo grande!

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