¡Ah! ¡Vos vas al cine cualquier día de la semana!

10.09.2024

Me dijo una compañera de trabajo mientras almorzábamos después de que le contara que el día anterior (lunes) había ido al cine en la Biblioteca Córdoba.

Paula Arancibia Bravo


"¡El cine!
¿Mi gran pasión!. ¡Mi vicio más descontrolado! Podría vivir dentro de un cine. Dormir. Comer. Hacer mis necesidades. Si solo pasaran una película tras otra.
Sé que en EE.UU ya los psiquiatras le han puesto nombre a esa enfermedad. ¡Cuando no! Que hay sujetos que salen de un cine y se meten en otro, sin poder parar. Las 24 horas del día. Es como vivir fumando. Ni más ni menos.
Para mi el cine es un rito. Estimulante en todo sentido. Me gusta ir sola. Con tiempo. Bien temprano a la tarde. Cuando la sala está semivacía. Sólo los exquisitos van a esa hora. [...]
Silencio. Preparo mis anteojos. Mis chicles. La ceremonia va a comenzar.
Y aunque sea pésima la película no puedo abandonar mi butaca. Tengo miedo de irme y perder justo la clave de todo. Y si comenzó, no puedo entrar. Por la misma razón.
Voy sola en general, porque odio estar pendiente de los suspiros y los chasquidos y el acomodarse continuo (signo claro de aburrimiento) del otro. Porque me siento responsable de la calidad del film. Como si lo hubiera escrito, dirigido y producido. Tal cual. Y no sé bien por qué.
Pero lo que si es claro, es que esa sensación omnipotente me impide concentrarme en lo mío. Y no lo tolero."

Fragmento del cuento "Una orgía al más puro estilo braille"
de Dueña y Señora, Susana Torres Molina
Ediciones La Campana

En la Ciudad de Córdoba los días lunes, martes y miércoles distintos espacios culturales ofrecen películas de manera libre y gratuita.

Haré un breve repaso por alguno de ellos y las propuestas que ofrecieron el mes pasado…

Cine En La Biblioteca Córdoba:
Ciclo David Lynch
Eraserhead

Eraserhead se centra en Henry Spencer, un hombre que vive en un mundo industrial desolado y enfrenta una serie de situaciones perturbadoras tras convertirse en padre. La película explora temáticas como la paternidad, el aislamiento y el miedo existencial, todo esto envuelto en una narrativa que desafía las convenciones tradicionales del cine situando al espectador en un escenario turbio fotográficamente y sonoramente viciado.

Durante los lunes del mes de agosto la Biblioteca ofreció un ciclo dedicado a David Lynch.

Después de la primera función que fué Eraserhead (1977) el primer largometraje del director, caminamos algunas cuadras con mi amigo J y fuimos a la clásica San Luis a comer unas porciones de pizza mientras nos poníamos al día. Diría que es uno de nuestros lugares en la ciudad. Cuando éramos unos jovencitos estudiantes de cine, y J vivía a la vuelta de ahí, entre trabajo práctico y trabajo práctico nos manteníamos alimentados a base de la pizza bizcochuelo de la San Luis, dos porciones, un vaso de coca y a seguir. Íbamos tanto que nos engancharon una vez que estaban grabando una especie de video institucional de la pizzería. Un tiempo más tarde recibo un mensaje, vía Facebook, de otro estudiante de cine que decía: "Che te vi en un video de youtube de la San Luis!!"

Ahí estábamos, saliendo y esquivando con la mirada la cámara, mi amigo siempre sobrio, yo con el pelo carré platinado, unas gafas enormes y una remera rayada blanca y fucsia. "Hipster!!" me dijo una chica ahí una vez.

Esta vez pedimos pizza con roquefort y mientras comíamos recordábamos algunas cosas de la película que habíamos olvidado porque a Eraserhead ya la habíamos visto. De hecho somos bastante fans del viejo, como le decimos junto a otros tantos viejos maestros que tenemos…

Cuando volvemos a ver una película que ya vimos siempre nos encontramos con algo nuevo. Esta vez me pasó con la canción que canta un personaje deforme en un teatro aparentemente abandonado ("In heaven") y con la imagen de la mesa de luz de Henry, el personaje principal de Eraserhead.

Antes de que me tome el trolebús que me lleva a mi casa J me dice: "escuchaste la versión que hicieron los Pixies de "In heaven"?, le digo que no y minutos más tarde me envía el link del tema en vivo. ¡La versión es increíble!

Una cuadra antes de llegar a mi casa veo sobre la vereda algo que ya había visto en la película: tenebrosamente iluminado por la luz tenue que recibía del pasillo de una casa podía verse un árbol totalmente seco, sin hojas, clavado en una pequeña montaña de arena, igual al que tenía Henry en la mesa de luz. La imagen me sorprendió y me quedé impactada unos segundos. Era tarde, había niebla y nadie en la calle. Saqué el celular e hice una foto.

Entré a mi casa, prendí las luces, abrí la compu, Twitter ( que ahora se llama X pero prefiero el nombre viejo) y me dí con la noticia de que David Lynch ese mismo dia había anunciado que estaba muy enfermo. La coincidencia me perturbó y se lo comenté a mi amigo J que ya estaba al tanto también de la noticia. "Boludo justo hoy que fuimos a ver una de Lynch anuncia esto!!!"

Al principio se había entendido que se retiraba del cine pero para mi tranquilidad y la de muchos fans luego realizó otro comunicado en el que decía que no iba a dejar de hacer películas mientras viva.

Las películas que se proyectaron durante el ciclo en la Biblioteca Córdoba fueron: Eraserhead, Wild at heart, Mulholland Drive y Blue Velvet. Todas recomendadisimas y agrego Lost Highway que incluye una escena inolvidable con unos de mis temas favoritos de Lou Reed "This magic moment".


Cine En El Palacio
Museo Evita - Palacio Ferreyra
Córdoba Sinfonía Urbana

En el Palacio Ferreyra los días martes del mes de agosto a las 18hs se ofreció un ciclo de cine que pone en la pantalla una serie de largometrajes dedicados a explorar a la ciudad como un cuerpo vivo en el que se pueden explorar historias de vida, sueños, lugares. Para este nuevo ciclo se proyectaron películas de todo el mundo, incluidos dos largometrajes cordobeses.

En esta ocasión la película que vi fue: Córdoba, Sinfonía Urbana. Realizada en el marco de un taller que coordinó Germán Scelso en el Cineclub Municipal en el año 2016. El taller reunió a un grupo de realizadores con experiencia y otrxs no tanta, para llevar a cabo una pieza audiovisual que retrata la Ciudad de Córdoba con sus particularidades, intentando ir más allá de lo que podemos intuir que nos podría mostrar.

"Córdoba, sinfonía urbana, retrata lo poético y político de la ciudad de Córdoba, construido alrededor del cauce del río que la atraviesa de punta a punta. El Suquía, al traspasar el corazón de la urbe, experimenta un proceso de contaminación al mismo ritmo que suceden acontecimientos, algunos cotidianos y otros de agitada revuelta social, que cargan sus aguas con todo tipo de impurezas y tensiones."

Mientras veía "Córdoba, Sinfonía Urbana" no podía dejar de pensar en cuál sería el plano siguiente al que estaba viendo, o jugaba a adivinar donde eran ciertos lugares, si había pasado por ahí, que había hecho en esos lugares. En planos más, planos menos, es un viaje por la Ciudad, de un lado del río, del otro. De día, de noche, zona norte, zona sur, el río…

En general se puede ver que la ciudad era otra, en algunos aspectos, edilicios sobre todo. Pero sabemos que es la misma que habitamos hoy, igual, pero distinta.

Lo mismo sucede con cuestiones sociales, hay prácticas que continúan: las marchas por el monte nativo, las luchas que continúan y que lograron conmoverme por la actualidad y la renovada lucha de las marchas docentes y de los/as estudiantes en las calles.

Hay una secuencia que logró emocionarme particularmente: la escena es en una marcha, se ven las banderas flameando: sindicatos, asociaciones, banderas argentinas, sobre la calle la gente marchando, cantando, la cámara se desplaza hacia arriba, un edificio en construcción y en él, albañiles con cascos amarillos y camisas de trabajo arengando la marcha, acompañando con el canto y los brazos en alto. Sonríen cómplices, aplauden. El plano se detiene ahí unos momentos. La lucha es una.

Salimos con mis amigas, vamos frente al Palacio a tomar unas cervezas, la música es agradable pero estamos sentadas en banquetas altas sobre la vereda y corre un viento helado, bebemos y fumamos con los abrigos y las capuchas puestas.

Para volver me tomo un taxi, en la radio se escucha a un oyente que llamó y estaba contando su experiencia como hincha de Talleres en un partido que ese equipo perdió. Su tonada a más no poder, entre bronca y dolor: "la otra hinchada no tiene aguante, casi se lo arrebatamos". Hacemos un tramo por la Cañada, semáforo en rojo y el taxista le dice algo a un hombre que limpia los vidrios de los autos, el hombre se dirige a limpiar el auto que estaba detrás del taxi y vuelve, hasta que eso sucede el taxista me dice: este es hincha de Talleres, está indignado, me río y el hombre con el secavidrios me ve, asoma la cabeza por la ventanilla del taxista y me dice con una sonrisa picarona: "¿qué le dijo este atorrante, señorita? ¿se está riendo de mí?" No digo nada, le sonrío y ellos se quedaban hablando unos segundos hasta que el semáforo se pone en verde. Continuamos la ruta a mi casa, el locutor agita antes de que el tema inicie, suena un cuarteto, otra sinfonía de Córdoba, no hay dudas.




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