Notas sobre el Festival de Cine de Cosquín 2024

06.06.2024

Paula Arancibia Bravo

Centro de Convenciones, Cosquín, Mayo 2024 (Foto: sitio oficial FICIC)
Centro de Convenciones, Cosquín, Mayo 2024 (Foto: sitio oficial FICIC)


En el medio del desguace de la cultura en general y del cine en particular con la amenaza de cierre del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), y de tantas otras instituciones vinculadas al arte, existió un oasis en el medio de las sierras de Córdoba: un evento que dio cuenta de que no estamos solos en el desierto y que es justamente ahí donde hay grandes obras del cine, con personas delante y detrás de cámara que disfrutan y aman lo que hacen.

El Festival Internacional de Cine de Cosquín de 2024 fue un abrazo, una confirmación de que el cine nacional está vivo, y un placer total para quienes lo disfrutamos.

Desde el día que leí la programación supe que estábamos ante un gran acontecimiento.

Empezando por el programa que cada año ofrece la Filmoteca En Vivo, a cargo del gran Fernando Martin Peña que este año no se hizo presente pero que tan generosamente ofreció tres filmes de Wim Wenders extraordinarios.

También hubo estrenos nacionales que esperaba ver, películas y cortos de todo el mundo.

A continuación, ofrezco estas notas sobre algunas de las películas que pude disfrutar en el FICIC 2024.


Alicia en las ciudades
Alicia en las ciudades

Alicia en las ciudades
Año: 1974
Duración: 110 min
País: Alemania
Dirección: Wim Wenders

Si bien ya había tenido la oportunidad de ver esta película, no podía dejar pasar la posibilidad de verla en 35mm en fílmico, la textura que ofrecen las imágenes en ese soporte me traslada en el tiempo, imagino que estoy en una vieja sala viendo la película en su época.

El filme es hermoso, y no lo digo por lo que tiene que ver con sus aspectos técnicos. Me refiero al vínculo que retrata la película: el de un adulto y una niña. La ternura desborda la pantalla y acompañamos a los personajes en un viaje y en la búsqueda de una persona por Ámsterdam. Viajan en auto, duermen en hoteles, comen en restaurantes, descansan al aire libre, pelean y vuelven a empezar.

¿Qué pasa cuando dos personas inician un viaje por una ruta?

Hay una predisposición, un tiempo, un camino por recorrer…

Es inevitable viendo nuevamente la película pensar en todos los caminos y rutas recorridos con mi padre, siendo niña, incluso adolescente. A mi padre le gusta viajar (de hecho su trabajo de toda la vida tuvo que ver con trasladarse de un lugar a otro: provincias, ciudades, países) y en los viajes hablar de sus viajes también.

Las conversaciones más profundas sobre nuestros sentimientos o sobre nuestras ideas fueron viajando por rutas y calles, casi siempre distancias largas. Cuando estábamos por iniciar esos viajes, en los que yo era la copiloto, tenía que predisponerme a ser una buena compañera de viaje: Cebar mates o servir café, hablar, poner música, ofrecer alguna indicación si era necesario. Como buena conversadora, debía pensar previamente en esos intercambios y tratándose de mi padre, pensar muy bien de qué hablaríamos, al menos un rato. También había que dejar lugar al silencio, a la contemplación del camino y a nuestras selecciones musicales, que a diferencia de algunas de nuestras ideas solían coincidir más.

En la película de Wenders también hay silencios, los personajes no se conocen mucho, se ríen, pelean, paran, comen, siguen…

El cine tiene la capacidad de poner de manifiesto y exponer en la pantalla la fragilidad de los vínculos e interpelarnos, hablarnos desde ahí. En este caso fantasear con la relación que une a estos personajes más allá del viaje.

Cuando quiera hablar de mi padre en alguna película, seguramente será en una escena viajando en auto por alguna ruta desierta, tomando mates, recordando tiempos más felices, mirando por el espejo retrovisor todo lo que dejamos atrás y hablando de lo que ahora nos encuentra unidos.


Reas
Reas

Reas
Año: 2024
Duración: 82 minutos
Países: Argentina/Alemania/Suiza
Dirección: Lola Arias

Todavía tengo la melodía de la música de Reas pegada en el cuerpo. Creo que era una película para verla de noche y después de eso salir con el tema final bailando hacia algún antro a beber y disfrutar de la vida fuera de las celdas, como dicen sus personajes.

Después de Teatro de Guerra llega la segunda película de Lola Arias, con los componentes que forman parte de su trabajo y que ya son una marca distintiva. Trabajar con el biodrama: la biografía propia de sus personajes, que no son actores.

En el caso de Reas se trata de ex convictas, todas las personas que vemos en pantalla estuvieron privadas de su libertad en algún momento. Lola llegó a ellas a través de talleres de teatro que dictaba en la cárcel de Ezeiza, allí conoció a algunas de sus protagonistas, según comentó en algunas entrevistas a propósito del estreno nacional de Reas.

Ahora, una declaración personal:

No me gustan los musicales, en general los evito a toda costa. Para dar cuenta de esto voy a contar incluso que una de mis películas favoritas de Lars Von Trier es Dancer in the dark y sin embargo en las partes musicales la adelantaba, vi la primera y no quise exponerme más a esos momentos tan fuera de tono de la película. No soporto ver como, de repente, el personaje principal cambia su estado de drama actual y se convierte en una estrella de la música, el baile y todo se tiñe de un color distinto al de la escena que estábamos viendo, y salen bailarines de todos los costados sonriendo, bailando, cantando y de un momento al otro la película vuelve a su curso anterior.

Esto es justamente lo que no sucede con ReasLola Arias integra orgánicamente todo lo que está pasando en la cárcel con sus personajes, es más, logra incluir su concepción teatral de la puesta en escena a las canciones que van interpretando y eso hace aún más complejo y rico esos relatos de los que hablan las canciones. Cada tema musical está puesto para contarnos algo más de la historia de los personajes, con letras que hablan de situaciones tristes, violentas pero, por tratarse de personas privadas de su libertad, no faltan canciones con esperanza y fuerza vital.

Tengo mi canción preferida, el hit de la película, quienes la hayan visto saben de qué tema hablo, y los que no, vayan a verla, van a salir con ganas de pasar por cualquier fiesta y de terminar la noche bailando con una nueva amiga rea.

Cuerpo de letra
Cuerpo de letra

Cuerpo de letra
Año: 2015
Duración: 77 minutos
País: Argentina
Dirección: Julián D'Angiolillo

Cuerpo de letra es un documental del año 2015 de Julián D'Angiolillo, (a quien debo confesar desconocía, mala mía) que formó parte de la retrospectiva que el festival le dedicó este año a ese director. Este es un gesto llamativo ya que casi siempre los festivales de cine, cuando dedican una retrospectiva, lo hacen a los autores con una larga trayectoria.

En el caso del Festival de Cine de Cosquín sus retrospectivas están siempre dedicadas a autores y autoras más bien jóvenes, pero no menos prolíficos. En una edición anterior del festival tuve la posibilidad de conocer, gracias a esta sección, la obra de Martin Farina que ese año estrenó Mujer Nómade, acompañado de la gran Esther Diaz.

Ponerle el cuerpo a la letra: el documental de Julián D'angiolillo, (del cual ya se escribieron muchísimos artículos, merecidos están) logra captar eso que sucede mientras dormimos, mientras estamos en otro lugar haciendo otras cosas. Se trata del trabajo de los brigadistas que por la noche se dedican a escribir, en muros y paredes de la ciudad, los nombres de los candidatos políticos en los momentos previos a una elección.

D'angiolillo, con el personaje de Eze como vehículo, nos conduce por esa travesía, fría y dura, que es intervenir por las noches muros de autopistas y paredes. Se muestran también ciertas disputas por los espacios, la conducción de las tareas e incluso la contradicción que implica llevar a cabo un trabajo de esta índole, oponiéndose a ciertas ideas políticas en algunos casos.

El documental también muestra la tarea de quienes graban mensajes aéreos, con esto me refiero a quienes graban las voces de los mensajes que luego los aviones transmiten, algo ya inexistente. Este momento de la película está cargado de humor, las encrucijadas en las que el lenguaje pone a los mensajes es digna de carcajadas. Los anuncios publicitarios que se ensayan, la entonación de los mensajes y la reiteración agregan un sentido más al trabajo que pone de manifiesto el documental. El trabajo con los mensajes y el lenguaje, lo que evidencian y lo que se escapa.


El verano más largo del mundo
El verano más largo del mundo

El verano más largo del mundo
Año: 2023
Duración: 79 minutos
País: Argentina
Dirección: Alejandra Lipoma, Romina Vlachoff

Cuando en la vida ciertas estructuras se caen, el tiempo parece pasar más lento, en apariencia. En ese abismo se encuentra Camila, (Jazmin Carballo) el personaje principal de esta película que con una importante cuota de humor, siempre atinado, a cargo de Santiago Zapata, atraviesa ese verano de incertidumbre.

El acierto total de la película es la locación donde transcurre la historia: Peko´s, un parque de diversiones ubicado en las sierras, que creía olvidado. A través de la película pude redescubrirlo y enamorarme nuevamente, todo mérito de la fotografía impecable de Nadir Medina. Cada plano de ese espacio logra atribuirle más sentidos a la narrativa y, a su vez, ubicar a los personajes en un lugar entre fantástico y misterioso.

Un vínculo particular que Camila establece a lo largo de la película es con el encargado de un puesto de artículos de magia en el mismo parque y ahora la distinción: resulta muy atinado que el personaje de "El Magician" (Hugo Curletto) es quien le presta a Camila libros mientras ella trabaja ahí. Es él quien mediante los libros logra hacer su magia y ubicarla, aunque sea por breves momentos, lejos de la angustia, de la incertidumbre de su vida.

No puedo dejar de hacer mención que, como una película de Córdoba y como persona que habita esta ciudad, es agradable encontrar en la pantalla grande esos sitios que conozco pero que están retratados de otra manera y a esas personas que cruzo por ahí, verlas siendo otras.

Con alegría festejo que en Córdoba se sigan filmando películas

¡Larga vida al cine cordobés!


La chispa
La chispa

La chispa
Año: 2024
Duración: 20 minutos
País: Argentina
Dirección: Andrés Tamagnini

Los ganadores del corto universitario por la Universidad Nacional de Córdoba fueron Andrés Tamagnini y Victoria Gorostiaga, director y guionista respectivamente.

Tuve la posibilidad de dialogar con ellos respecto a su trabajo:

¿De dónde les surge la idea de escribir esta historia?

Victoria: "El corto surge pensando en el futuro, creo que fue algo del momento en el cual lo escribí, que fue la pandemia y habla del ahora también, es verdaderamente muy complicado para la juventud proyectarse hacia el futuro, entonces surgen estas dudas de ¿Qué vamos a estudiar? o si tiene algún sentido que estudiemos, o que hagamos lo que estamos haciendo. Considero que en estos procesos la amistad es muy importante porque el socializar las inquietudes, socializar las angustias, las termina haciendo más llevaderas.

Y también surge como de este diálogo entre las generaciones, yo había encontrado esa Revista 'Pelo' y vi los avisos libres de la revista. De ahí me interesa poder contar algo con eso que me había dado mucha curiosidad y me entusiasmó mucho. También venía escuchando como Bestia Bebé, El mató, Las ligas menores, bandas que también tratan esto de las amistades, del futuro, del lugar que tiene uno en el mundo. De todo eso surge y también del deseo de narrar los lugares donde uno habita, por ejemplo, las primeras escenas del corto están todas grabadas cerca de mi casa, en mi barrio en zona sur y siempre es muy lindo poder narrarse y poder vernos ahí. Charlando con Marti, que hizo la asistencia de arte, decíamos que es muy increíble verse ahí reflejado en los objetos, en los lugares, en la ambientación, en los decorados. Así que un poco ese era nuestro deseo."

¿Cómo te llega la historia de La Chispa y qué te pasó con eso desde el lugar de dirección?

Andrés: "El corto arrancó cuando Vicky me mostró el guion que tenía escrito. Era sobre tres amigos que pasaban los últimos días del verano antes de ingresar a la universidad en la búsqueda de un cassette y de una banda de rock de Córdoba de hacía muchos años, de los años 80. La historia desde el inicio me resultó muy atractiva y muy cercana porque me encanta el rock nacional y la música de esos años, me sentía identificado y que esté tan presente la música que es algo que queda tan pegada a momentos de la vida de uno de manera indeleble y que eso a su vez dialogue con los objetos viejos genera esto de que la música traspasa las barreras del tiempo. Esa idea en particular me resultó muy atractiva."


Un movimiento extraño
Un movimiento extraño

Un movimiento extraño
Año: 2024
Duración: 23 minutos
País: Argentina
Dirección: Francisco Lezama

Un movimiento extraño es una comedia, también romántica, que trata de cómo una guardia de seguridad de un museo predice la subida del dólar con un péndulo. Luego de perder el trabajo allí conoce a un "arbolito" y mantiene con él un vínculo basado en determinados y específicos intercambios.

Es interesante ver cómo se tejen los vínculos en este cortometraje. Están ligados principalmente al dinero (en dólares, lo cual lo hace aún más especial) y al sexo. Y en cada uno de ellos, a su vez, hay acuerdos explícitos en su proceder.

Todo se transforma en un negocio

La escena inicial me interpeló particularmente, esa situación en el transporte público, observando a la gente y siendo observada a su vez por ellos, genera todo tipo de narrativas al respecto de quienes somos, a dónde vamos, qué hacemos…

Una mención aparte se merecen los ojos de Laila Matz que interpreta al personaje principal. Con el poder de esa mirada yo también creería en sus predicciones.



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