Folklore, soberanía y camino
Para hablar de gestión musical situada, voy a tomar como base la escena actual del folklore argentino, en su manifestación más urbana que rural, pero con una narrativa que emana de nuestro universo cultural, de la voz de la tierra, inquieta, en vilo y de las tradiciones ancestrales. El folklore es el alma de la comunidad que se expresa y puede hacerlo a través de la poesía, la música y la danza, pero también es identidad y sentimiento. Es una construcción que enlaza generaciones, y por eso está en permanente regeneración.
Propongo pensar en cómo la gestión musical en el ámbito del folklore, da pasos hacia una mayor sostenibilidad de los proyectos y una coherencia entre los relatos y expresiones artísticas del presente. El camino artístico en el folklore está viviendo un momento de expansión hacia un hacer en comunidad, y una mayor conciencia del mensaje que se envía al colectivo.
Lo que distingue a los artistas del folklore es su capacidad para convertirse en voceros de un mensaje que se forja en la profundidad de la cultura popular. Pero para hacerlo sostenible, es imprescindible abordar la gestión de esos proyectos con una visión clara y abierta. No se trata de "hacer negocios" en el sentido que la industria musical propone, sino de crear un camino artístico sostenible, basado en la autonomía individual y la conciencia colectiva. Los artistas del folklore tienen algo vital que comunicar, y es la labor de quienes gestionamos estos proyectos asegurarnos de que ese mensaje se oiga alto, claro y viaje a otros territorios. Es el objetivo de las de las giras, cómo la que está encarando Florencia Dávalos(1)en el NOA, compartiendo su legado y enlazando voces de mujeres a través de su taller "De Boca en Boca" y sus conciertos, o el acordeonista argentino residente en Brasil, Alejandro Brittes(2), con más de 20 actuaciones en Estados Unidos en su viaje de promoción del Chamamé como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Giras sostenibles, soberanas, con financiamientos públicos y privados y un gran trabajo de gestión musical sosteniendo y enlazando.
El mensaje del folklore es potente y arraigado en la experiencia común. Cada nota, cada giro, cada poesía, habla no sólo del individuo que lo interpreta sino de toda una comunidad. Ahí radica su potencia y su ternura. La coherencia en este mensaje es crucial; no sólo en la música sino en todo lo que rodea al artista: desde el tipo de escenarios donde se presenta, los circuitos que frecuenta, las colaboraciones que propone, hasta la forma en que interactúa con su público. Hace poco vivimos en Córdoba una experiencia reveladora: El gran Horacio Banegas tocando corazones con su "Pogo Sachero" y el público siendo eco de todas sus canciones en un gran coro popular. Ese público recorriendo viejas y nuevas canciones fue el continente de una noche inolvidable.
Soberanía del camino artístico
Hoy más que nunca se trata de gestionar con verdadera soberanía. Los y las artistas dueñas de sus decisiones de carrera. ["Doñas Dueñas" dice la cantora paravachense Romina Cannistraro .] (3)
Esa visión sobre el folklore que se mueve con libertad y se comparte con otros géneros, que circula en fogones y en nuevas escenas, en patios y festivales, con mayor cantidad de mujeres y diversidades compartiendo su voz, con el deseo en alto, es cosecha de un nuevo tiempo. Esta soberanía implica un alto compromiso del artista con su arte, con su voz y legado, pero también con las decisiones que toma para encarar su camino.
¿Qué significa en el hacer cultural la idea de soberanía? Es expresar el arte con profunda convicción, con un pulso propio, tiempos marcados por la propia necesidad de expresión, de manera individual aunque en la mayor parte de las ocasiones, de manera colectiva, en un hacer común, en una trama común, con el foco puesto el mensaje. Esto libera al artista y su mánager de las exigencias de la Industria, y sin renegar de ella, digo que el sol sale para todos, como dice mi mamá.
Mi propuesta apunta a reconciliarnos con nuestros propios tiempos, quitando presiones impuestas a nuestras decisiones. No hay una única manera de construir un camino en la música: ¿hay lugares que construyen o fortalecen carreras? Si, claro que sí. Revelación, consagración, son premios que el mundo del folklore anhela siempre. Pero insisto que no son el único modo de vincularse con el público. Hay patios con más fuerza de revelación que los grandes escenarios. Hay encuentros y boliches más constituyentes que el horario central de la TV.
Si de algo estoy segura, es que para crecer hay que saber de dónde venimos. El folklore argentino es un género que sabe honrar sus raíces, y eso le da un potencial inmenso para el crecimiento auténtico. El desafío está en poder innovar sin perder la esencia, en encontrar nuevos lenguajes y plataformas que amplíen el alcance sin diluir el mensaje.
Tiempo de transformación
Hoy más que nunca, la realidad nos exige reconfiguraciones en todos los ámbitos, los proyectos musicales de folklore tienen un rol transformador. Se trata de artistas que nos conectan con la belleza de la sencillez, con la riqueza de la tradición y con el poder sanador del arte. Pero para que esos mensajes lleguen a donde tienen que llegar, es fundamental contar con una gestión musical que entienda y respete tanto el arte como la escena musical, la tradición como la innovación, el individuo como la comunidad.
Como manager y mentora, siento la responsabilidad y el honor de caminar junto a algunes artistas en este viaje. Es un desafío enorme, pero entiendo esto: cuando arte y gestión caminan de la mano, los resultados son no sólo exitosos sino también profundamente significativos. Y en ese sentido, el folklore argentino, en las voces de sus referentes y las nuevas generaciones, tiene mucho para enseñarnos.
Susana Guzmán
Primavera 2023
Sobre la autora:
Susana Guzmán es Profesora de Artes en Música, con experiencia en educación hospitalaria en Córdoba. Fundadora de la Asociación Civil y Escuela Semillas del Corazón. Ex vicepresidenta de REDLACEH, con alcance latinoamericano. Gestora cultural y musical con roles de conducción en Paseo del Buen Pastor y Cocina de Culturas, Córdoba. Ha dado mentorías y capacitaciones en desarrollo artístico y gestión musical, incluyendo la Residencia Visionarias. Participó en publicaciones y eventos de alto perfil como MICA y dictó masterclasses y seminarios en varios países. Actualmente se dedica a la producción, management y mentoría de artistas, con foco en la soberanía personal y de camino artístico.
Ig: @susanaguzman.cultura
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