Lanzamiento: Lo Que Nadie, de Martín Mamonde

El Eternauta de la canción


Santiago Pfleiderer


Desde sus diversas trincheras, Martín canta, escribe y compone de manera implacable. Sus canciones son un manifiesto a favor del abrazo, una invitación a las diferentes posibilidades del encuentro.

Martín Mamonde (Gentileza)
Martín Mamonde (Gentileza)

Hay personas que son esencia e identidad, pero con la volatilidad del mismísimo orden cósmico, con la mutabilidad de cualquier célula o universo, con el gen revolucionario que impulsa a no quedarse nunca en el mismo sitio.

Martín Mamonde atraviesa un historial artístico amplio, rico y versátil. Es un tipo al cual las convicciones le chorrean como la transpiración, pero también el compañerismo, el humor y la ironía.

El 17 de mayo, el mismo día en que cumplió los cuarenta años, Martín Mamonde lanzó Lo Que Nadie, su nuevo álbum de canciones, que no es más que un manojo de intenciones que llaman a despertar y compartir.

Durante muchos años formó parte de La Cruza, un grupo de Villa el Libertador que integró con sus hermanos y sobrinos. Luego se desprendió en cierto otoño para encontrar otros vientos que soplen su arte.

Solo, con su guitarra, o acompañado en patota, el cantor siempre lleva como bandera una sonrisa y la certeza de que jamás hay que dejarse pisotear por las lógicas individualistas de un sistema perverso y corrupto que corroe el alma, los corazones y lo más preciado y profundo de las conexiones humanas: el amor.

Desde sus diversas trincheras, Martín canta, escribe y compone de manera implacable. Sus canciones son un manifiesto a favor del abrazo, una invitación a las diferentes posibilidades del encuentro.

Folklore, trap, cuarteto y rock and roll. La música se une cuando de hablar se trata. Y con una poesía callejera y filosa, sencilla y artesanal, Martín canta la justa dirigiéndose a los que nos conmovemos con eso que nos interpela. Como dice el poeta Leandro Gabilondo, "Todo lo que me conmueve / me conduce".

En épocas de tanta Inteligencia Artificial y tan poca inteligencia emocional, hablarnos con la piel y con el corazón parece un imperativo para despertar a almas sensibles. En ese tránsito uno descubre que lo político e ideológico habita hasta en el primer mate de la mañana, en la última brasa del fogón nocturno. Y de fogones y de brasas sabe el cantor.

Lo comunitario y colectivo se vuelve danza y distorsión. Los ídolos populares se multiplican en la idea de una salvación conjunta. Y en tiempos de Eternautas donde decimos que nadie se salva solo, llegó la hora de poner la poesía y la canción en práctica.

-¿Nacido y criado en Villa el Libertador?

-Desde el primer segundo; ahí empieza la película, la primera escena: Riachuelo 5287, entre Callao y Pasaje 11, a una cuadra del Canal Maestro.

-¿Cuántos años duró La Cruza?

-¡Dieciséis! Con la velocidad de una Ferrari F40, las cubiertas de una bici, y la carrocería de un 128. ¡Pura fe, locura y corazón!

-¿Qué significó La Cruza para vos?

-Fue y será esa adolescencia eterna, tanto en la poesía como en la canción. La música y la pandilla más brava del condado. Fue y será el origen de mi personaje más fuerte, "Martín de la Cruza". Fue y será mis obras para corregir, y es hoy sólo un buen recuerdo. Me dio todo, me saco todo. Y me hizo también éste Yo que soy ahora, muy, pero muy lejos del personaje.

-Este es tu primer álbum solista. ¿Cuál fue el germen?

-¡No! Tengo uno anterior que fue en parte de la tesis de mi tratamiento psicológico y psiquiátrico. Postcruza me había quedado sin el personaje y me había desconectado de mis emociones. Un poco solo a propósito y un poco solo obligado. Tuve bajones peligrosos, hasta el punto en que necesité ayuda profesional. Por suerte me ayudó mucha gente. Empecé mi tratamiento y al año comencé a sentir que por una vez en mi vida podía hablar de mí en mis canciones. Laburé mi cabeza en un espacio hermoso que se llama "Aware", eso me llevo a escribir, editar y publicar Darse Cuenta, un disco de cuatro canciones escrito en cuatro días, mezclado en uno y masterizado en otro, y publicado al día siguiente. Ese fue mi primer encontronazo con alguien que no conocía: ¡era yo!

-¿Cuáles son tus raíces artísticas? ¿Cómo las definirías?

-¡El yuto cuarteto! Y (La Mona) Jiménez a la cabeza. ¡No puedo escapar jamás de esa raíz! Todo tiene que ver con eso. Después cayeron a casa León Gieco, Charly, y se hizo una mezcla tremenda (una "cruza"). En la Villa hay mucho folklore, ahí también tuve que curtirme, así que si no te sabías "Pájaro Campana" o "Quiero ser tu sombra" no te daban bola en el bar.

Por otra parte, no puedo definir las raíces porque si no las limito, diría el Chino Darín (risas). No tengo idea, una definición puede ser que, con lo que había, hice algo que seguro otro hizo pero yo lo hice primero.

-Tus canciones viajan por diversos géneros, incluso este "disco" tiene una textura más rockera en comparación a otros trabajos tuyo. ¿Qué búsquedas y sonoridades te seducen hoy?

-¡Ese Mi menor seguido de un Do, y se va al Re, y concluye en Sol! Sigue siendo igual que siempre: me gusta lo de "fuerte al medio", como Dybala en la final con Francia. Me calienta la canción que me diga algo que no sé. Creo que es el Rock lo que predomina en esto último que hice. Es lo más parecido a lo que soy hoy. Esta obra es de un tipo que tiene 40 años y no le quiere hacer trampa a nadie.

-Sos un cantor, un músico y un escritor de las "periferias". ¿A dónde querés que llegue tu arte?

-A millones de personas en Japón y también en Groenlandia (risas). Por ahora, me conformo con que mis diez sobrinos y sobrinas me pregunten de qué se trata tal canción, después veremos. Mi arte se maneja solo, él sabe hasta dónde quiere llegar. Yo me tengo que quedar por acá nomás, porque extraño a mi compañera si estoy lejos y el martes tengo que laburar en el camión.

-Tus canciones funcionan como un manifiesto. Les hablás a los trabajadores, a los niños, a tus colegas, a los artistas. Incluso recuperás la religiosidad de algunos ídolos populares. ¿Qué es lo popular para vos? ¿Sentís que el concepto de lo "popular" está enchastrado de malas intenciones?

-¡Hemos hecho un desastre con las palabras y las definiciones! Hoy cualquierizaron las palabras libertad, pro, y puedo seguir un rato más. Lo mismo hicieron con lo popular. El choripán es popular, la popular es la tribuna más barata de la cancha. Lo populoso viene multitudinario. Pero además existe una lógica de que, si no sos popular, sos un careta. Yo daría vuelta la tortilla y me esforzaría para que la canción sea popular y no una radio; para que la poesía sea popular y no el poeta, yo lo dejo ahí. Es muy prejuicioso todo, no creo ser yo quien diga qué es popular o no. Las malas intenciones están en todos lados, pero las buenas también; hay que ver sólo dónde te parás en la cancha y con quién vas a jugar.

-En tus canciones, desde la época de La Cruza, les hablás a los poetas. ¿Qué significan los poetas para vos? ¿Qué importancia le das a la poesía?

-Los poetas no sé quién son. Son tipos medios raros que se tapan la cara y largan palabras para todos lados; son cuerdos, ¡muy cuerdos! Se hacen los boludos y la pasan bien, pero eso que hacen, eso que dicen, es alimento para las tardes de alguien que ama las palabras escritas. Es mucho más fuerte lo que escriben que lo que son, porque -pobrecitos ellos- sólo duran unos setenta, ochenta, noventa años. La poesía no es importante, lo importante es estar vivo.

-¿Cómo te llevás con los nuevos géneros de la música urbana?

-No sé qué son los nuevos géneros de la música urbana.

-¿Cómo ves la escena del arte en general y de la música en Córdoba?

-Córdoba es lo más, tiene todo tipo de artistas. Yo ando mucho, viajo, y no hay como acá. Eso no tiene discusión. Lo que no tenemos es industria, alguien que nos maneje el circuito para poder fluir y meternos en las casas de todos para contarles que no todo es cuarteto.

-¿Encontraste al final "lo que nadie"? ¿O es una búsqueda que continúa?

-¡Eso es todo, lo que nadie! Para mí, José Martín Mamonde es eso. Después la poesía dice: "lo que nadie quiso comprar", pero no creo que sea así, ella siempre es un poco más dramática.

-¿Cuáles son tus luchas y tus lugares de resistencia?

-Son la buena alimentación, el buen descanso. Y mi lugar de resistencia es mi hogar con María José y Sofía. Ya ahí le doy batalla a cualquier tipo de sistema que nos quiera locos, solos y vacíos. Resistencia sigue siendo no ser un pelotudo que vota a la derecha, ya con eso andamos tranqui. Hablo mucho con mis afectos de que la lucha es interna, después hay que hacer equipo. No hay malos ni buenos, sólo manipulados. Hay que saber elegir entre tipos de manipulación: la que nos hace empáticos y sensibles, yo elijo esa.

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Instagram: https://www.instagram.com/martin.mamonde/

Spotify: https://open.spotify.com/intl-es/album/7DtAbcyKBt3PiIEbn0jlZY?si=Ci2CX_siTg2dhRzBlR5chA

Ficha técnica:

Idea original: Martín Mamonde
Voz principal: Martín Mamonde
Voz en tema 3: Lola Mamonde
Voz en off en tema 1: Aida Pucheta
Voz en off en tema 7: Diego Armando Maradona
Guitarras nylon en temas 10 y 11: Martín Mamonde
Pianos en temas 4,5 y 7: Leo Genovese
Teclados y sintetizadores: Pablo Vec
Guitarras nylon y eléctricas en todos los temas: Pablo Vec
Bajo en todos los temas: Pablo Vec
Batería: Juanjo Martino
Batería en tema 1: Fernando Caballero
Productor musical: Pablo Vec
Mix y Mastering: Pablo Vec
Audio Coach: Luis Primo
Drum Doctor: Fernando Caballero
Productor ejecutivo: Jeremías Cárcamo
Adaptación de letra en el final del tema 3: "Canción sin miedo" de Vivir Quintana




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