Memorias digitales de lecturas efímeras

10.07.2025

ReC, Archivo de Revistas Culturales de Córdoba

Entrevista a Diego Vigna


Gabriel Abalos


ReC, Revistas de Córdoba rescatadas del olvido.
ReC, Revistas de Córdoba rescatadas del olvido.


Las formas e intentos de abordar la reconstrucción de una memoria cultural, o el mapa de unas islas de sentido que emergieron en los tiempos en que todavía no se trataba de memoria, sino de actualidad, son múltiples. Y en su mayoría esos esfuerzos se rigen por la necesidad de crear conciencia de momentos o de cosas, hechos o emociones que tomaron presencia en determinados períodos y luego se interrumpieron o se discontinuaron. Un Archivo de Revistas Culturales de Córdoba, por ejemplo, es una excelente idea, producto de la conciencia de esa falta, de esas ausencias en la semiósfera de nuestra memoria, a la que constituyen; y la certidumbre de querer llenar esa conciencia mediante versiones digitales de los objetos mismos: un universo de publicaciones en papel que a la vez acompañaron el transcurrir de la acción y el pensamiento y fueron el fruto de las tensiones de su década respectiva. Por ende, testimonios de un tiempo y también de la forma de testimoniar cada una su momento personal y social.

Ahora, y en adelante, dicho archivo es más que una idea. Fruto de un esfuerzo considerable de respeto al pasado, mal acompañado por esta época que sin duda está quedando grabada en un torrente que parece caer hacia la nada, pero que dará cuenta de los latidos bajo el cielo de comienzos del segundo cuarto del siglo. Cuando faltan 975 años para completar el milenio. Y habrá cuenta también de las mezquindades y de las miradas hacia otra parte, para quitarlas de la humanidad misma y de su entorno, de sus obras y de sus proyectos, en especial los inclusivos, los empáticos y memoriosos; época esta infame de miradas apartadas sin el menor remordimiento.

El Archivo ReC ha presentado su colección que constituye un gran aporte a la preservación del patrimonio cultural de la provincia, al recorrer décadas de publicaciones culturales cordobesas que van (por el momento) de una primera publicación titulada Facundo, que apareció en 1935 y se extendió hasta 1939, hasta una última de recuerdo fresco: el único número de la prolija, lujosa y colorida COSO, que se presentó en el 2018 con una fiesta de las de antes de la pandemia en el Centro Cultural España Córdoba.

Entre una y otra se extiende un valioso muestrario en perpetuo proceso que se multiplica en los años sesenta, época sobre la que hay aún algunas pocas memorias vivas. Y luego el vacío cruel e inservible de los años setenta, sin duda de enorme riqueza, para renacer en los ochenta con creciente estímulo y multiplicar el movimiento en los noventa, justo a borde de los archivos digitales y una historia en cuyo mismo lodo chapoteamos. Hay frescos y señeros recuerdos de una década y media del siglo veintiuno, justo al borde de la pandemia, y el nuevo futuro que se develó en adelante, y en eso está.

La colección digitalizada de un medio centenar de revistas que desde la segunda mitad de junio pasado nos han compartido los responsables de semejante proyecto, es un tesoro de consulta y de aprendizaje, y una fuente inestimable en constante crecimiento para el posible estudio de temáticas diversas, actitudes, concepciones, mentalidades y otras múltiples líneas de análisis histórico que atraviesa poco menos de un siglo, en la ciudad y provincia. La colección está en permanente proceso y se ya tienen fecha varias de las futuras incorporaciones que está preparando el equipo, según se informa en la sección Novedades del Archivo de Revistas Culturales de Córdoba.

La presentación general de los archivos digitales de cada revista ofrece una ficha de contextualización y valoración de cada publicación, su staff y un pdf de cada una, o de los varios números que aparecieron, según el caso. Hay también videos que "hojean" las revistas, por nosotros, para apreciar detalles de su formato, su espesor, su contratapa, o tipo de abrochadura.

Del vacío a la preservación patrimonial

El conjunto del proyecto es fruto de un equipo de personas comprometidas con la cultura, con las letras, con el periodismo, con la gestión cultural, con las artes, con el diseño digital.

A su cabeza se encuentra Diego Vigna, quien mantuvo la llamita desde el primer momento a esta iniciativa. Al entrevistarlo a partir de este muy reciente lanzamiento, que permite a interesados e interesadas el acceso a su valioso contenido, fuimos dando un recorrido en torno a ReC en su voz y en su relato. La cronología de lo que llegaría a ser ReC es la siguiente:

"La idea de llevar adelante un archivo digital de revistas culturales de Córdoba, en cierto modo, mixtura las dos líneas de trabajo que venía realizando desde hace mucho tiempo. La teoría y práctica sobre archivos, el trabajo específico con archivos digitales y el trabajo teórico con archivos. Al mismo tiempo, iba descubriendo una especie de vacío en Córdoba, primero en la ciudad y después en la provincia, respecto del reconocimiento del patrimonio cultural, sobre todo independiente, de corte independiente.

Empecé trabajando en una investigación que cruzaba la producción cultural y literaria y los formatos digitales de publicación y de circulación. El primer trabajo fue con blogs de escritores argentinos, con el que hice mi tesis doctoral. Después trabajé a la revista como objeto, a las revistas culturales nacidas digitales, para tratar de entender cómo fue, cómo sigue siendo la evolución entre el enorme patrimonio de revistas argentinas del siglo XX, y cómo eso mutó o evolucionó hacia un formato distinto con la irrupción digital."

Acomodándose a sucesivas direcciones de investigación, como suele ocurrir, la idea siguió tomando forma en 2009.

"Ese año empecé a trabajar con archivos digitales a partir de la obra de Daniel Moyano. Eran archivos personales, en este caso, de un escritor argentino, pero con el objeto de convertirlo en archivo digital."

Afianzado en su pasión por las publicaciones independientes, Diego fue descubriendo referencias de repositorios en el país, que le dieron una medida de la enorme tarea que implicaba la preservación y a la vez, de su importancia. El panorama emergente lo aporta él mismo:

"Dentro de la enorme tradición argentina que hay en la producción de revistas culturales y literarias, no hay un reflejo de eso específicamente en Córdoba. Los archivos de revistas culturales que existen están en Buenos Aires, como el 80 o 90% de la producción cultural argentina. Y existen dos archivos muy grandes en Buenos Aires, el Archivo Histórico de Revistas Argentinas y el Portal América Lee, que depende del Cedinci, que reúnen un montón de publicaciones impresas, ocultas, muchas veces desatendidas o desconocidas. En forma general son repositorios enormes. Y me di cuenta que en Córdoba no había eso. Y no solamente no había, sino que, al no existir ese tipo de herramientas, si se quiere, de difusión pública y de consulta libre, no se abre espacio para posibles investigaciones o para recuperaciones históricas o para revisionismos, etc. Entonces la creación de un archivo de revistas culturales de Córdoba, no solo vinculado a la ciudad, sino a todos los polos de producción de la provincia, me pareció fundamental."

Las luces del proyecto se encendieron entre los años 2018/2019 y, tras ganar un subsidio de la agencia I+D+I (Investigación, Desarrollo e Innovación), a proyectos PICT (Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica), se puso en marcha. "El comienzo del trabajo tuvo que ver con el haber obtenido ese subsidio y después lo seguí haciendo pese a todo lo que sabemos que pasó: la debacle institucional."

Diego VIgna
Diego VIgna

¿Qué tipo de objetos se guardan allí?

"Si tuviera que decir de qué tipo de publicaciones trata el archivo de revistas culturales, en el sentido de publicaciones periódicas, de corte independiente o no, pero sobre todo poniendo énfasis en revistas independientes dedicadas a la producción cultural en sus diversas acepciones, para la difusión literaria, experimentación estética, cobertura de otras artes como el cine, el teatro, la música, la plástica, las artes visuales. Y también revistas que en ese encuadre, en ese concierto de intereses, se dedican a intervenir específicamente, en forma manifiesta, en el campo cultural, es decir, revistas que producen, en cierto modo, ideas, podríamos decir."

Empapado en la búsqueda, el fichaje, el contexto de las publicaciones, Diego Vigna puede mencionar la genealogía del formato y de las clasificaciones en las que fue acomodándose el universo de revistas que, en Buenos Aires, planteaban ciertas zonas en la realidad a describir.

"El primer criterio que pensamos para el archivo de revistas, lo pensamos vinculado al concepto de lo independiente. Revistas culturales o literarias; antes se llamaban revistas literarias, después se empezó a llamarles revistas culturales, esto lo digo en sentido histórico y definido por los porteños. Cuando se asumió que lo que se llamaba revistas literarias (o, antes incluso, lo que llamaban revistas de ciencias, artes y letras) publicaban muchos contenidos que tenían que ver con otras disciplinas artísticas, se las empezó a denominar revistas culturales."

Dando otro giro a la descripción del material que fue la guía en la búsqueda, y también un resultado de la misma, explica Diego:

"Las revistas que forman parte del archivo son revistas que cruzan el abordaje de distintas disciplinas artísticas y que también cruzan dimensiones problemáticas que, a nuestro criterio, son las que estructuran y van modelando la cultura de una zona y que tienen que ver con el cruce entre, por ejemplo, política y sociedad, arte y política, cultura y política, todo eso en el concierto cordobés, en la jurisdicción cordobesa."

La variedad de tramas en que se abren las revistas que conforman el universo de un archivo, es parte de las limitaciones para una categorización unitaria. Y asoma entonces un aspecto efímero en los objetos coleccionados:

"Se presentan un montón de interrogantes sobre cómo clasificar las revistas, porque las revistas culturales, sobre todo las independientes, todas en general, son artefactos que de algún modo nacen para morir, son artefactos que tienen una especie de vida orgánica. Nadie inicia una revista pensando que va a continuar durante décadas, más allá de que algún caso excepcional lo haya hecho. Entonces, las revistas lo mejor que tienen es que a caballo de esa misma fragilidad o precariedad que es constitutiva del formato revista, también son heteróclitas, tienen un montón de cosas dentro y a veces es muy difícil encasillarlas."

Episodios sí, tradiciones no

Quisimos saber si, durante el proceso de su búsqueda junto al equipo, se le presentó un panorama que permitiese señalar una tradición en Córdoba referida a la edición de revistas. Su respuesta no deja ambigüedad:

"La respuesta a la pregunta es, en principio, no. Y esa es una de las cosas que más me interesan del estudio crítico de las revistas de Córdoba que hemos empezado a hacer con el equipo a partir de estos corpus documentales. No veo la existencia de una tradición en Córdoba de publicar revistas, no veo –no vemos– lo que en Buenos Aires Horacio Tarcus llamó un campo revisteril, y eso es lo que me parece más desafiante y lindo de abordar críticamente las revistas de Córdoba: que no existe una tradición y un volumen de producción en ningún modo comparable al que existió y existe en Buenos Aires, o en Buenos Aires y alrededores, en CABA y el AMBA. Entonces, una de las preguntas más interesantes para mí que uno puede hacerse en relación al archivo de revistas situado en Córdoba, es cómo proponer o intentar distintas reconstrucciones de época, en distintas épocas, a partir de la existencia de revistas y de las intervenciones de las revistas en el debate público, sin que exista en la provincia ni en ninguna ciudad de la provincia un campo revisteril reconocible. Es decir, los diálogos: ¿qué quiere decir campo revisteril? Un estado, si se quiere, histórico, reconocible y sostenible de diálogo entre revistas, diálogos entre grupos culturales o artísticos, debates específicamente planteados a raíz de lo que se publicaba en las revistas, una especie de trama cultural generada por ese formato en particular, por el artefacto revista. Eso es lo que en Córdoba no se observa, lo que se observan son episodios, en cierto modo aislados, en algunas épocas en particular, donde sí se produjo eso, pero que no tuvo continuidad, por decirlo así."

Centrado ya en la huella de esa mirada histórica a una realidad episódica de la edición de revistas independientes, Diego Vigna aporta referencias concretas a algunas etapas y lugares de la provincia de Córdoba donde asomaron esos episodios que reenvían a un campo, o a una trama cultural, que debatía a través de revistas.

"Ejemplo: las revistas que se publicaron en Villa María en los años 80, en la transición democrática. Entre el 1980 y el 1990 se publicaron 11 revistas. O las revistas que se publicaron en Río Cuarto, entre las décadas del 50 y del 60, que tuvieron quizás un brevísimo diálogo con algunas revistas de Córdoba, pero que sobre todo miraban a Buenos Aires, a tratar de establecer, de consolidar a Río Cuarto como una especie de polo cultural e intelectual que pudiera ser autónomo de lo producido en Buenos Aires y pudiera también sentar precedente y funcionar como un espacio de pivoteo para otros lugares del interior. Por ejemplo, las revistas Vertical, o Trapalanda, o Cristalomancia en Río Cuarto, y un cierto diálogo con, por ejemplo, las revistas Laurel o Mediterránea que se producían en Córdoba en la misma época. O, todavía, un tercer ejemplo: la primera década de este siglo en Córdoba, con la existencia de algunas revistas importantes como La Intemperie, El Apuntador, la revista Diccionario, quizás un poco El Ojo con Dientes, más desde lo under, o la revista Recovecos, también desde lo under. Una especie de movimiento de revistas y empresas físicas que funcionó en simultáneo a la irrupción de los formatos digitales y que sí generó un estado de debate público que fue interesante. Lo pienso en conjunción, si se quiere, al estallido y la primavera de la producción independiente, en términos culturales y literarios. Al teatro lo dejo un poco aparte porque es un universo propio. Entonces, la respuesta es, el gran descubrimiento fue ese: darme cuenta que en Córdoba no existió nunca, y probablemente no exista, un campo revisteril a la manera de Buenos Aires. No hace falta que sea similar, o que le compita, pero sí, en ese sentido, un estado de discurso, si se quiere, común, público. Y que, a mi criterio, como hipótesis, puede tener que ver con la singularidad cordobesa en términos de la relación entre la producción cultural independiente, la producción académica, que surge de la universidad, y la negligencia, si se quiere, estatal, desde el punto de vista de los organismos públicos municipales y provincial, respecto de cómo abordar la cultura de los polos urbanos. Creo que esa tríada, todas las tensiones que se producen entre la universidad, las municipalidades o la provincia, y la producción independiente, es lo que quizás podría explicar que la singularidad cordobesa no haya producido un campo revisteril."

La imposible eternidad de los ojos lectores

Se presentan, por experiencia, casos que dan a pensar sobre qué porcentaje de las publicaciones incluidas en el Archivo habrán sido realmente leídas en su momento. Esa cuestión lleva a su vez a pensar en el paso del tiempo y en ese modo de prolongarles la vida -a partir de un archivo- a revistas formuladas para otras épocas.

"Es un tema muy interesante, primero porque mi edad y mi origen me hacen a mí ser ignorante de muchas de las revistas que voy relevando y archivando. Para eso me parece fundamental el trabajo de entrevistas a quienes las hicieron o les pasaron cerca porque eso es lo que permite contextualizar cada época y cada proyecto. Entonces la afirmación de que sólo algunas de las publicaciones incluidas en el archivo fueron realmente leídas en su momento, bueno un poco saberlo si fueron revistas paradigmáticas o importantes o que tuvieron mucha repercusión, pero en muchos otros casos no, no lo puedo saber. Y además cuando uno entrevista a alguien que hizo una entrevista, o que hizo una revista en una determinada época no te va a decir generalmente que su revista no la leía nadie. En general uno piensa que los proyectos que lleva adelante pueden haber sido marginales o laterales o menores, pero en general todos dicen que algún tipo de impacto tuvo. De modo que lo más interesante también de abordarlas críticamente y de cruzar el material documental con el material testimonial es que uno puede empezar a ver si efectivamente fue así, qué lugar ocuparon esas revistas o no. ¿El paso del tiempo puede dotar de mayor interés o el punto de vista nuevo en la posibilidad de consultarlas? Sí, me parece que sí, por esto de intentar reconstruir épocas. Ahora, lo importante es no caer en una tergiversación o en un malentendido creyendo que lo que uno analiza en el presente puede aplicarse a la reflexión que debió haber producido en su época."

Las reacciones frente a las publicaciones periódicas y a sus problemáticas fueron –y son– un hecho situacional. Por la misma o similar causa, el trato dedicado por la posteridad a esas revistas, como en el caso de un archivo, carece de efecto retroactivo. Ni tampoco puede, la mirada del investigador, crear una tradición. Así no funciona el sentido del tiempo, que solo impacta hacia una misma dirección.

"Frente a lo que te comentaba antes de la ausencia de un campo revisteril, yo siempre tengo la advertencia en mi cabeza de no creerme que el abordaje y el estudio de las revistas de Córdoba puede producir en forma artificial, sólo por haberles puesto el ojo encima, un campo revisteril. Un campo revisteril, digo, de estudios. ¿Puede producir un campo de estudios sobre las revistas de Córdoba? Sí y es a lo que aspiramos y a lo que aspiro, pero eso no quiere decir que eso le otorgue una envergadura al conjunto de revistas que quizás en su momento no lo tuvo. Lo que sí sucede es que el archivo, la práctica archivística, como mira hacia el futuro, produce que cuando uno revisa materiales del pasado esos materiales permitan hablarle al presente y prefigurar un futuro, que eso es lo que más me interesa, en todo caso. Dotar de interés a las revistas, es decir empezar a prestarles atención a las revistas para tratar de leer cuáles eran los problemas que se trataban en cada época, que molestaban en cada época y cómo eso no deja de hablarle al presente o mejor dicho no deja de reverberar o de replicarse en el presente."

Sobre los repositorios y colecciones a las que debió dirigirse el equipo a cargo de recopilar las "piezas" bibliográficas para el archivo, el sitio web trae información en forma bastante completa. Aun así, le pedimos a Diego un repaso de las fuentes.

"Los lugares de recursos a donde fuimos a buscar revistas fueron la Biblioteca de Filosofía Elma K. de Estrabou, de la UNC, la biblioteca José María Aricó en la Mayor, también de la UNC; el Archivo Histórico Municipal de Río Cuarto, la Biblioteca Municipal Mariano Moreno de Villa María. Después la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (Sede Juan Filloy, Córdoba) me parece que hemos sacado algo la biblioteca y el Centro de Documentación del Centro de Estudios Avanzados de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNC. Pero sobre todo también colecciones privadas, porque este tipo de revistas aparecen sobre todo en colecciones privadas de informantes actores del campo cultural, escritores, artistas, entre todos los nombres que aparecen en la sección del equipo, en el sitio web abajo hay una gran lista de agradecimientos que de alguna manera es una manera de leer también el campo cultural, ¿no?: todas las personas que participan de él. Muchos de los que están ahí cedieron revistas. Así que fueron organismos públicos, esos que te mencioné, y colecciones privadas."

Alimentar un archivo que respira

El inicio de una colección es un gesto abierto al futuro. El futuro mismo es lo insondable en materia de condiciones para seguir adelante con la tarea. Diego Vigna avizora la mecánica puesta en marcha con la creación de ReC:

"Un archivo siempre está en proceso, mejor dicho, todo archivo vivo siempre debería estar en proceso. Con archivo vivo me refiero a un archivo que tenga algún uso social, que tenga algún diálogo con la comunidad en la que se inserta. Este para mí debería ser un ejemplo de un archivo vivo y siempre en proceso, siempre alimentado con lo que va apareciendo. Porque la producción independiente, cultural, literaria, artística, intelectual, siempre tiene algunas bajo la manga, siempre aparecen cosas que uno desconocía. Entonces mi aspiración es a que el archivo de revistas culturales de Córdoba sea un espacio en permanente producción, que vaya incorporando en forma regular lo que vaya apareciendo, aunque eso va a mermar, porque la producción cultural de revistas, sobre todo, tampoco es infinita. De cualquier manera es lo suficientemente grande como para que haya mucho trabajo por delante, muchísimo trabajo por delante.

El gran problema es que para poder sostener ese trabajo se necesitan recursos, materiales y humanos. Y esta época en particular, sobre todo atendiendo a la producción académica y científica, ha tomado como enemigo el trabajo que hacemos nosotros, los científicos, los investigadores y los profesores universitarios, y la educación en general. Entonces lo que necesitamos para este archivo es que aparezcan socios, sostenedores, mecenas, cualquiera sea su categoría u origen, que permitan sostener materialmente el archivo, el proyecto, y también dotarlo de recursos humanos, ampliar el grupo de trabajo para que la división del trabajo lo permita hacer más sustentable en el tiempo.

No tenemos un término dispuesto por nosotros de cuándo esto va a terminar. La idea es que esto esté disponible durante la cantidad de tiempo que se pueda, décadas si es posible, pero sí necesitamos que el archivo funcione solo en algún momento. Que empiece a funcionar solo, que sea una estructura autorregulada y organizada para que el trabajo sistematizado esté más aceitado y sea más fácil de realizar. Se necesita para eso plata y gente. Así que no tenemos planes de decir, bueno, esto va a terminar en este momento, sino que, al contrario, la salida del archivo lo consideramos un comienzo, el nacimiento de un proyecto muy importante que esperamos que alguien tenga el interés de acompañar."


El Archivo de Revistas Culturales de Córdoba fue creado para llevar a cabo "la recuperación, clasificación, domiciliación digital y estudio crítico de las publicaciones periódicas de la provincia dedicadas a la cultura, la literatura, la política, las artes y la producción intelectual en sus distintas manifestaciones".

Forman el equipo investigadores y especialistas de universidades y organismos públicos y privados, que comparten el deseo de recuperar, desde distintas disciplinas, colecciones invisibilizadas o desatendidas, sistematizarlas para posibilitar el acceso a las revistas y disponerlas para su consulta, junto con otros documentos subsidiarios o complementarios, muchas veces desconocidos, que también otorgan valor a la reconstrucción de cada dispositivo editorial.

Lo integran Diego Vigna como Director, Roxana Patiño como Directora Honoraria, y aporta saberes y prácticas un grupo de investigadores, docentes, técnicos e informáticos de distintas dependencias y universidades: Silvina Mercadal, Baal Delupi, Gabriel Montali, Lucas Aimar, Verónica Lencinas, Marcelo Casarin, Lucía Coppari, Pablo Fernando Rojas, Pablo Dema, Gabriela Baglione, Paula Villa, Gabriela Macheret, Lisha Dávila, Lucía Céspedes, Amandine Guillard. Cuenta, además, con la colaboración de Matías Rodeiro, Melisa Gnesutta, Raúl Tamargo, Julia Varela, Mariana Artero, Florencia Romero, Tatiana Sánchez, Noelia García.

Se puede acceder al proyecto e interiorizarse de los detalles en el sitio https://archivorec.ar/




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