Reflexiones para aniquilar la esperanza

10.05.2024

Omar Hefling

Estos textos breves, aforísticos, con parte de poemas panfletarios, ironizan y desafían al voluntarismo mágico impuesto por esta mutación del capitalismo a la que asistimos demudados, víctimas del intento de convencernos de que no es el sistema el culpable de nuestro fracaso, sino nuestra debilidad emocional. También apuntan a las fallas morales propias y ajenas, y a cierto ridículo que anida en el sentido común.

El maestro Omar Hefling, a medida que se desplaza por la vida pública, va rumiando ocurrencias varias y las anota para no ser traicionado por la memoria. He aquí una antología de esos apuntes disparados en un orden debidamente aleatorio.

Versan sobre reflexiones de discípulos y maestros, apuntes sobre el mundo donde conspira la política, chispazos de sabiduría intermitente, afirmaciones sin utilidad alguna, inspirados consejos a los unos y a sus rivales, sentenciosos dislates y preguntas hechas a la nada. En esa tarea, saca chapa de profeta predicando en el desierto, brindando generoso su don visionario a infinitos y distraídos granitos de arena.

Selección de textos por Gabriel Abalos

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  • No confundas la voz interior de la conciencia con un diario.

  • En Argentina grandes sectores de las clases medias prefieren vivir cerca de una planta de tratamiento de uranio antes que en cercanía de una villa miseria.

  • ¡Estoy vivo! exclamó el maestro. No parece, respondió el discípulo.

  • El que vive de recuerdos, vive en el olvido.

  • El elefante no es veloz, pero es longevo.

  • Si te entregas a los placeres mundanos, deberás saber una cosa: te gustarán mucho.

  • Es una lástima que mi padre fuera analfabeto porque hubiera sido un gran escritor de libros de autoayuda. Una de las primeras cosas que me enseñó fue a robar, a robar con alegría. En ese sentido creo que fue un visionario y yo no le hice caso.

  • El hombre bárbaro privatiza, el hombre civilizado padece.

  • Si en este país llegas a funcionario no olvides que debes procurar el bien, ¿cómo cuál?, el tuyo, animal.

  • Hay quienes sostienen que no se es un hombre completo sino se conoce el dolor, el desgarro. Teoría que sostienen, sobre todo, los jugadores de fútbol.

  • Resulta muy curioso que a Strauss-Kahn (ex titular del Fondo Monetario Internacional) lo condenen por sus aventuras sexuales y no por los crímenes que la organización que representa comete en el mundo.

  • Nadie es perfecto. Ni Dios: Creó al hombre.

  • Si sin esfuerzos, a puro talento, ya le arruinaste la vida a todos los que te rodean, por favor, no se te ocurra estudiar economía.

  • ¡Muchachos no hay plata! dijo Tendai Biti, ministro de finanzas de Zimbabwe, el mayor exportador de diamantes del mundo.

  • En las religiones los hombres encuentran los argumentos necesarios para vivir sin culpas una existencia digna de la más acabada idiotez.

  • En la provincia de Córdoba es bastante improbable que lleguemos a tener un gobierno de izquierda, pero sí tenemos un santo.

  • Según un antiguo manuscrito egipcio, Jesucristo podía cambiar de formas e incluso volverse invisible. El capitalismo es el que mejor interpretó al profeta.

  • Si vivís predicando que te abrís a todo, cuidáte que te van a embarazar.

  • Todos reconocemos que los vicios son malos, pero sin el placer y el misterio que generan y generaron los vicios en toda la humanidad, tendríamos una considerable ausencia de obras de arte notables y universales.

  • Vale decirlo y reconocer que salvo los operadores económicos, nadie anda por la vida a los gritos esperando por ahí una crisis para darse una oportunidad.

  • El empecinamiento social en manifestarse en oposición a un momento histórico para cambiar el rumbo en contra de sus propios intereses, nada más que por salirse con la suya, es una señal oscura y poco optimista hacia el futuro.

  • Todo indica que podemos autodestruirnos por propias elecciones.

  • Un ministro de economía es como un mago, alguien que puede hacer desaparecer la bolsa ante los espectadores.

  • Las mujeres y los hombres promiscuos no son nada más que esclavos de su condición. Se delatan, son los únicos a los que se ve felices.

  • Estuve frente al laberinto y no fue el temor lo que me hizo retroceder: fue el precio de la entrada.

  • El que ha pecado por primera vez, una cosa no se perdonará jamás: el no haberlo hecho antes.

  • Si caes seguido, repara tu vereda.

  • Si vives apurado es porque nunca sales a tiempo.

  • Las ideas foráneas no se corresponden con nuestro ser nacional, porque son mejores que las nuestras.

  • Procura cuidar tus raíces, sobre todo si tu sustento depende de las hectáreas de papas que has sembrado.

  • Cada día uno puede enfrentarse con la posibilidad de crecer y cambiar, pero la mayoría se enfrenta con el televisor.

  • Si reparas en el hombre culto, advertirás una cosa: seguramente es un muerto de hambre.

  • Un buen político es todo hombre capaz de traicionar una esperanza.

  • Cuando veas ante ti a un gigante, no te abrumes. Sé amable.

  • Las mentiras tienen patas cortas, pero eso no les impide llegar lejos.

  • Buen actor es aquel capaz de hacer un chiste en medio su representación cuando en la sala suena un teléfono celular.

  • En este pueblo nadie se ha bañado dos veces en el mismo río, sentenció el maestro. Ni una sola vez -contestó el discípulo- recuerde que por este pueblo no pasa río alguno.

  • El éxito es un impostor, pero a quien le importa.

  • El salmón nada contra la corriente. Allá él.

  • Ahora sí que vamos a estar en el mundo. Vamos a cruzar el mar nadando para escapar a Europa.

  • Sentí que estaba cerca de la poesía y eras vos que te alejabas en un remis.


Del Libro: 3x1, editado por Antiplan, Córdoba, 2017



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