Silencio mundial
Arturo Jaimez Lucchetta

La Selección argentina chocaba un Dream Team, en Alemania 1974. Con la base del Huracán del '73 más una docena de cracks, el equipo nacional decepcionaba a propios y extraños.
La grey "quemera": Babington, Houseman, Brindisi y Carrascosa, junto a Chirola Yasalde, el Mariscal Perfumo, Quique Wolff, Aldo Pedro Poy, Pancho Sá, Roberto Telch y los juveniles Mario Alberto Kempes y Ubaldo Matildo Fillol, formaban un cuadro de honor que distaba mucho de los desaguisados de la AFA de esos tiempos.
Cualquier parecido con la realidad actual es culpa de la realidad.
Vladislao Cap encabezó el trío de entrenadores que completaron José Varacka y Víctor Rodríguez. La trieja no pasó de un aplazo, apenas menos escandaloso que la ausencia de Argentina en México 1970, Perú mediante, en la "Bombonera".
El camino arrancó culebrero y con derrota frente a la Polonia de Lato, quien nos metió dos de los tres goles europeos; un empate con Italia y la goleada contra Haití devolvió la esperanza que, rápidamente enterró la Naranja Mecánica de Johan Cruyff.
Holanda, que no salió campeona, fue la mejor selección de la Copa que ganaron los anfitriones. Brasil nos metió el tiro de gracia en un 2 a 1 que nos dejó sin chances, cerrando el capítulo deportivo en vísperas del inicio de la historia que pondría a la Argentina en la escena mundial.
El 1° de julio, a 48 horas de la despedida de la Selección del Mundial, moría Juan Domingo Perón, presidente de la nación y, tal vez, la figura más influyente de la política argentina en el siglo XX. Los jugadores, que en su mayoría eran peronistas, no querían jugar y la FIFA obligó al equipo a presentarse para evitar una multa de 600 mil dólares y mantener la organización del próximo Mundial. A cambio, la organización solidaria con el duelo nacional, otorgó un minuto de silencio en cuatro partidos de la Copa, algo inédito e irrepetible. Argentina - Alemania Oriental, Brasil - Holanda, Alemania Federal - Polonia y Suecia - Yugoslavia, hicieron un minuto de silencio que la multitud acompañó respetuosamente desde las tribunas.
En la Copa del mundo 1974 pasaron cosas extrañas. En plena Guerra Fría se enfrentaron las dos Alemanias, vulnerando el muro; y contra todo pronóstico, ganó la comunista. Claro que la derrota despertó a la Federal que sería campeona tiempo después. La República Federal de Alemania se alzó con el título, pero el "Fútbol Total" de los Países Bajos fue el que se quedó con la historia. Nadie recordará a la Selección albiceleste por la actuación deportiva, sin embargo no se podrá olvidar a la Argentina por la muerte del presidente y el homenaje de la organización en plena copa.
De la pelota, solo quedó el empate del "Hueso" René Houseman contra la República Democrática de Alemania y su festejo con el grito de corazón: "Viva Perón".

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