Volver para contarlo

10.11.2025

Viaje a Venezuela


Textos: Andrés Dunayevich
Fotografías: Fernando Mercado


Vista de barrios populosos de Caracas, Venezuela.
Vista de barrios populosos de Caracas, Venezuela.

En esta tercera y última entrega de crónicas de viaje en Tierra Media, vamos a cerrar el círculo. De acuerdo al manual del viajero uno debería volver transformado. El viaje es parte de la construcción de los mitos. El destierro, la peregrinación, la migración, la fuga, el exilio. Es irse y volver para contarlo.

Esta crónica no pretende denunciar o tomar postura sobre un modelo económico u otro. Si pretende a través de una mirada subjetiva poner en debate lo visto y oído durante la estadía en Caracas, Venezuela.

Tambores de San Juan en el barrio de La Vega, Caracas, Venezuela
Tambores de San Juan en el barrio de La Vega, Caracas, Venezuela

Los Tambores de San Juan

Durante la noche de la inauguración de la "Primera Muestra Audiovisual Militante Venezuela Abraza a los Pueblos" nos presentaron los Tambores de San Juan. Percibimos que estábamos viviendo algo distinto propio de la cultura afro. Una forma de resistir festejando. Black 7 un rapero con el que ya habíamos estado conversado me hizo una seña. La indicación era precisa. "Quédate allí en el centro mismo donde están los tambores rugiendo". Allí empecé a sentir lo que significaba este ritual ancestral.

(Instagram Black 7 rapeando)

Black 7 Rapeando en la calle de la Plaza de la Cultura
Black 7 Rapeando en la calle de la Plaza de la Cultura
 La música vibra desde los pies hacia todo el cuerpo
La música vibra desde los pies hacia todo el cuerpo
Tambores de San Juan en el barrio de La Vega, Caracas, Venezuela
Tambores de San Juan en el barrio de La Vega, Caracas, Venezuela
Tambores de San Juan en el barrio de La Vega, Caracas, Venezuela
Tambores de San Juan en el barrio de La Vega, Caracas, Venezuela
Tambores de San Juan en el barrio de La Vega, Caracas, Venezuela
Tambores de San Juan en el barrio de La Vega, Caracas, Venezuela
Fiesta de Los Tambores de San Juan (Foto: Ernesto Segovia)
Fiesta de Los Tambores de San Juan (Foto: Ernesto Segovia)
Tambores de San Juan en el barrio de La Vega, Caracas, Venezuela
Tambores de San Juan en el barrio de La Vega, Caracas, Venezuela
Se armó “la parranda” en las calles de la Vega
Se armó “la parranda” en las calles de la Vega
Se armó “la parranda” en las calles de la Vega
Se armó “la parranda” en las calles de la Vega
 Se armó “la parranda” en las calles de la Vega
Se armó “la parranda” en las calles de la Vega

Él y ella están sincronizados. Ella sonríe sin parar. Es muy erótico y tan sensual que te envuelve. Volvemos al origen, al nacimiento de la cultura. El miedo se disipa.

Por más que intente describir, lo mejor será que miren el video. Conversamos con "El Cubano", una persona que conoce bien de adentro la tradición de los tambores de San Juan.

Entrevista al “Cubano”, en el Centro Cultural de La Vega
Entrevista al “Cubano”, en el Centro Cultural de La Vega
Una señora muy mágica, cantando una especie de baguala y recitando
Una señora muy mágica, cantando una especie de baguala y recitando

Por momentos recibimos la hospitalidad de los viajeros. Dicen que el primer viajero era un espía. El mismo Heródoto historiador griego del siglo V a.C., es considerado el primer gran viajero de Europa y el "Padre de la Historia" por su método de investigación personal y sus crónicas que describían las culturas y costumbres de los pueblos que conoció.

Kaikashi, barrio construído por las manos de sus habitantes
Kaikashi, barrio construído por las manos de sus habitantes

Llegamos al Kaikashi, un barrio construido por las propias vecinas, con la ayuda del experimentado constructor Simón Bolívar, al principio pensé que se trataba de un chiste, pero no, ese era su nombre. Simón cuenta que al principio no tenía fe en que lo lograrían. Fueron las mismas mujeres constructoras que levantaron las paredes de cada una de las casas.

Amarilis y su hija Guaiquirea en el barrio Kai Kashi
Amarilis y su hija Guaiquirea en el barrio Kai Kashi

Charlamos con Amarilis en su propia casa. Nos contó que mientras iban construyendo entre todas las mujeres no sabía que casa les iban a pertenecer a cada una, pero que está, su casa, le encantaba. Finalmente le tocó la que quería. Una de las cosas grandiosas que tenía Chávez era que confiaba en la gente y lograron tener una construcción de gran calidad con muy buenos materiales que se autogestiona y organiza de manera colectiva hasta el día de hoy.

En casa de Amarilis, la santería está siempre presente en la cultura venezolana
En casa de Amarilis, la santería está siempre presente en la cultura venezolana

Durante todo el viaje intentamos entender Venezuela. ¿Es un régimen, es una forma de vivir, es un gobierno autoritario o están viviendo una revolución?

Cómo puede ser que no haya ningún país de Latinoamérica y el caribe que este bien social y económicamente, sea el modelo que sea. Es evidente que no hay pueblo que esté medianamente conforme. Me disculpo por que dije que en esta crónica no iba a opinar, pero es inevitable pensar que el imperialismo colonial nos sigue fragmentando y el peso de la desigualdad cae sobre los más pobres.

Volviendo a la crónica. Estamos tomando Ron en la Plaza de la Cultura en La Vega con el rapero Black 7. Recorremos las calles de Caracas en búsqueda del Ron

De repente se acerca un pibe con una gorra y los rulos saliendo por los costados, como si fuera Krosty, el payaso de los Simpson y una llamativa remera rosa. Inmediatamente todos hicieron alguna acotación sobre su indumentaria. Irrumpió diciendo que quería contarnos su historia y nos dejó a todos mudos.

Este chico del que no vamos a decir el nombre tenía 13 años cuando una pandilla de delincuentes asesinó a su hermano mayor con tan solo 15 años. Arrebatándole no solo a su ídolo sino dejando en ese preciso instante sin infancia. A partir de ese episodio decidió unirse a la policía. De a poco fue ascendiendo, se especializó y llegó a formar parte de las FAES, Fuerzas de Acciones Especiales. Una especie de tropa de elite que se propuso limpiar la ciudad de delincuentes.

Pasillos intrincados en los barrios populosos de Caracas
Pasillos intrincados en los barrios populosos de Caracas

En esa época de crisis la violencia había subido a niveles increíbles. La cuestión es que ese pibe, Investigó e investigó hasta dar con los asesinos de su hermano. Le pegó tres tiros a quemarropa. A partir de ese momento comenzó a asesinar y matar a "malvivientes" como parte de su trabajo. El silencio se hizo espeso. Elogié su remera para aflojar tensiones. Los compañeros le sugirieron que no siguiera hablando. Le pedí que continuara que me interesaba. Nos contó que tiene un manual escrito y bien estructurado para matar de una manera eficiente y sistemática. Es muy impactante estar escuchando esta historia de primera mano. La mayoría de las personas con las que hablé aseguran que disminuyó la delincuencia en comparación con lo que era la situación anterior. Para rematar nos cuenta que tiene una linda familia. Que su hijo en un momento "se estaba yendo por el mal camino" juntándose con gente indebida. Entonces le pidió que lo acompañara a su trabajo. Lo llevo a la casa de un delincuente que venían investigando. Llegaron y le pego tres tiros de una.

– Ves hijo? Así vas a terminar si seguís por ese camino.

Nos cuenta que ahora su hijo se porta muy bien y está comenzando a estudiar en la universidad. Vaya pedagogía, digo.

El arte transformador

Al día siguiente tuvimos la suerte de conocer a Víctor Medina, un artista plástico y pintor muralista. La escena fue realmente un viaje en el tiempo. Sobre todo, cuando llegamos a la Casa de Asambleas del Poder Popular en La Vega. De fondo se escuchaba al trovador cubano Silvio Rodríguez. La sala estaba rodeada de murales del Che, Fidel Castro, Chávez y Simón Bolívar. Se respira la innegable hermandad con Cuba.

Víctor nos dice que antes de la llegada del comandante Hugo Chávez los artistas eran elitistas, solo se veían a ciertos pintores "encajonados" clásicos. Víctor empezó a estudiar muralismo para sacar el arte de las cuatro paredes y llevarlo a las calles para que el pueblo lo disfrute. Siguiendo los ejemplos de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros del muralismo mexicano.

El arte en los barrios
El arte en los barrios

Me llama la atención los pantalones que lleva Medina pintados con diversos colores al mejor estilo del pintor norteamericano Pollock (1912-1956). Es el resultado de su trabajo. Después de su uso, los monta en un cuadro, los expone y vende en una muestra llamada "TRABAJO". Antes de irnos Víctor Medina mira a la cámara y cierra con la frase: "La revolución llegó para quedarse, ¡que viva la patria, que viva Nicolas Maduro, que viva Venezuela!"

Víctor Medina, un artista plástico. Casa de Asambleas del Poder Popular William Mantilla.
Víctor Medina, un artista plástico. Casa de Asambleas del Poder Popular William Mantilla.
Víctor Medina
Víctor Medina
Víctor Medina, hasta su pantalón de rutina es una obra de arte
Víctor Medina, hasta su pantalón de rutina es una obra de arte
Mural del “Che”
Mural del “Che”
Parroquia con mural
Parroquia con mural
En las parroquias el sincretismo se muestra a puertas abiertas. Llama la atención que los pobladores se apropien de los espacios sagrados con actividades comunitarias
En las parroquias el sincretismo se muestra a puertas abiertas. Llama la atención que los pobladores se apropien de los espacios sagrados con actividades comunitarias

Contradicción pura

Venezuela es libertad y represión. Es violento y amoroso. Es abundancia, exuberancia y escasez. Es vivir a pesar de todo. Se come cuando se come. Es Estado que abraza y asfixia. Ahora mismo voy a guardar estos textos y borrar las notas del celular por sugerencia de la misma gente que a su vez me dice que no pasa nada, que es todo tranquilo que todo es candela. Es el propio pueblo venezolano el más capacitado para criticar al modelo, para perfeccionarlo desde adentro y que no vengan desde afuera a romperlo, imponer o decir lo que tienen que hacer. Venezuela quiere salir adelante y sabe cómo hacerlo.

Vista desde la cuarta estación de La Vega
Vista desde la cuarta estación de La Vega

Uno de los objetivos del viaje fue dar una serie de charlas y talleres con la gente de los barrios. Hablar de cine documental y narración de historias. Subimos a la cuarta estación, en lo más alto de la montaña donde hay una escuelita con una de las vistas más hermosas de Caracas. Allí dimos una clase al principio con niños y niñas que se reían y se sorprendían con nuestra tonada. Luego con un grupo de colegas documentalistas y maestras de la zona. Como no podía ser de otra manera terminamos hablando de amor. El verdadero miedo que tratamos de disimular.

Una madre nos cuenta cómo vivió el primer desamor de su hija y los consejos de cómo enfrentar esa maldición.

-Madre: Mi hija estaba muy mal. Yo le dije mire mi hija que el amor a su edad es como un juguete que uno no puede comprar porque es caro, como una barbie, que mira en la vidriera, pero no tiene los medios para comprarla. Es una ilusión.

-Hija: Ya cuando me enamoré de grande tenía el dinero para comprar la muñequita.

-Yo, Andrés: : Que irónico cuando uno tiene el dinero ya no quiere a la muñequita

-Hija: Yo siempre he tenido la muñequita para comprarla.

Así fue como salimos airosos aun habiendo escuchado el canto de las sirenas. Con esa frase cerramos el taller.

En este link se resume esa conversación:

Facebook

(Taller en la cuarta estación de La Vega)

Talleristas compartiendo sus historias
Talleristas compartiendo sus historias
Documentalistas de Argentina, Cuba y Venezuela, recorriendo el casco histórico de Caracas
Documentalistas de Argentina, Cuba y Venezuela, recorriendo el casco histórico de Caracas

Ya en Argentina cuando me preguntan por Venezuela respondo que es difícil opinar de la realidad de un país habiendo estado tan solo 10 días. Sin embargo, siento que logre entender y querer a ese país. Me sirvió para no repetir las cosas que se escuchan en los noticieros, porque realmente se nota un cierto encono o intención para que afecte a algún interés particular que no está relacionado a querer que el país mejore sinceramente.

Lo que realmente transforma es recordar a las personas que conocimos en el viaje que día a día la luchan sin perder esa alegría de vivir. Que nos brindaron sus historias, sus pensamientos y el amor por su país.

Cuando en una mirada, aunque sea por un breve instante nos conectamos de verdad, el mundo se detiene y eso es maravilloso.

Esperamos que estas crónicas les hayan permitido viajar con nosotros, olvidarse y abstraerse de todo por un rato.

Somos las historias que nos contaron y nos contamos

www.elcamboyano.com.ar





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